La sombra sería el servicio más evidente que nos brinda un árbol. Pero son muchos más: purifican el aire, atenúan los ruidos de autos y obras en construcción, brindan una atmósfera de relax, nos brindan frutos, retienen el agua de lluvia, atraen y son hogar de aves, plantas e insectos, entre otros.
Desde Sombrita Misionera, un proyecto de comunicación comunitaria hablamos de sentir y conocer el arbolado urbano. Sencillamente porque la forma más directa que tenemos de relacionarnos con los árboles de nuestro entorno urbano es a través de la sombra.
En una zona con predominio de temperaturas elevadas en todas las estaciones del año y con las altas radiaciones solares UV que se registran, la búsqueda de la sombra vegetal viene a ser el común denominador en la población. Buscamos la sombra para esperar el colectivo, para estacionar el auto, para detenernos a conversar con un conocido/amigo en la vereda, para hacer la fila del banco, para reunirnos a tomar un mate o un tereré, para almorzar en el patio, etcétera. Y claramente podemos diferenciar la confortable frescura de la sombra de un árbol con la de un toldo o techo de chapa, que genera un verdadero sauna.
Así no conozcamos cómo funciona un árbol o cómo es su estructura o no podamos distinguir las especies que existen en la ciudad, etcétera, tenemos una forma de relacionarnos con el mundo vegetal urbano. Y esa forma de relación es positiva, porque en primera instancia, implica que nos brindan un servicio: la sombra.
Sombra, aire puro, espacio de relax
En un parque, la presencia de árboles promueve el encuentro vecinal -no es lo mismo sentarse a tomar un mate en pleno sol que bajo un árbol ya que seguramente en días cálidos, la charla bajo sombra seguramente será más distendida y agradable. La vegetación conforma un entorno de juego bajo sus ramas o sobre ellas cuando los niños se trepan. Y hablando del aspecto económico, la presencia de árboles incrementa los valores inmobiliarios de un lote o barrio.
Un árbol cada diez metros
En Posadas, la normativa vigente, el Plan Forestal Urbano (PFU, ordenanza VI-28/2013) establece que debe haber un árbol cada diez metros. Equivale a ocho árboles en cada vereda (las de Posadas tienen 80 metros de largo) de 25 especies nativas. Si esto se cumple, tenemos sombra garantizada de esquina a esquina. Algo así como ocurre en la cuadra de la AFIP sobre Santa Fe y Colón, o en la vereda del Obispado, sobre Sarmiento y Colón (si bien no son plantas nativas porque predominan los plátanos, se deberían ir reemplazando por especies de nuestra región).
Con abundante sombra evitamos que las radiaciones UV impacten directamente sobre nuestra piel. Y se logra que todo el entorno sea más fresco que el de una vereda que está en pleno sol.
La sombra en números
Esta diferencia de temperatura se ha estudiado científicamente, como el caso de la Universidad Nacional de Tucumán. Con un arbolado pobre, las personas que caminan por las calles se ven sometidas a la radiación solar directa y a la que emiten las superficies de veredas, paredes, asfalto, que pueden alcanzar temperaturas de más de 30 grados centígrados que las de calles sombreadas. Así lo indican A. Grau y A.M. Kortsarz en una medición realizada en enero de 2012 en dos calles contiguas de San Miguel de Tucumán, una de ellas sombreada y otra sin arbolado.
Contribuir a tener calles más frescas
Más allá de estos números, con nuestra propia percepción corporal, podemos darnos cuenta de la diferencia de temperatura a la sombra y al sol, cuando tenemos la sensación de estar envueltos en calor.
Desde ese punto de partida, proponemos potenciar esta toma de conciencia y sumar más información y conocimientos para que nuestra mirada hacia los árboles sea cada vez más positiva. Conociendo más sobre los árboles y su importancia biológica podremos tener más puntos a favor y menos en contra, evitando que esos argumentos como rompe veredas, ensucia veredas, tapa carteles, fundamenten acciones como dañar al árbol o mandar a talar ejemplares que son valiosos para el entorno urbano.
Nuestra ciudad puede ser una puerta a la selva paranaense con diversidad de plantas nativas. #plantá #árboles #cuidalos #asombrate con la #sombra.
Por: Lara Schwieters
Lic. En Comunicación Social, proyecto Sombrita Misionera
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