Un integrante de la Policía de Misiones es intensamente buscado por su posible vinculación con el homicidio de los agricultores Olivia Márquez (46) y Sandro Leiva (40), cuyos cadáveres fueron hallados enterrados en una fosa, señalaron fuentes oficiales.
A raíz de la investigación se supo que el padre del efectivo prófugo falleció recientemente en un incendio, lo que generó algunas hipótesis que trascendieron en las últimas horas.
Una de ellas es que la pareja podría haber estado en el lugar y momento equivocados, que tal vez habrían visto o hecho algo que enfureció a el o sus asesinos y que el horrendo hecho pudo haber sido perpetrado en el marco de un ajuste de cuentas, aunque esta versión no pudo ser confirmada oficialmente.
Por otra parte, la autopsia confirmó que las víctimas fueron ultimadas a golpes en distintas partes del cuerpo. Tal como publicó PRIMERA EDICIÓN, los infortunados agricultores fueron encontrados el pasado domingo al mediodía, a unos diez kilómetros de su vivienda en Florentino Ameghino, cerca del río Uruguay.
Ambos fueron vistos por última vez el pasado martes 28 de marzo, aunque la denuncia formal por la desaparición fue radicada recién el viernes último, por parte de un hermano de la mujer.
A partir de ese momento comenzó la búsqueda policial. Primero fue hallada la moto de los desaparecidos, en un arroyo del mismo municipio. El peor desenlace se dio finalmente con el hallazgo de los cadáveres. Por el hecho fue detenido un sospechoso, de 35 años, domiciliado en Puerto Panambí, conocido de la pareja.
Por si al caso le faltaran detalles escabrosos, se supo que el padre del uniformado que ahora aparece como sospechoso, murió calcinado en un incendio el pasado sábado a la noche. La víctima, de 58 años, residía sola en una vivienda del paraje Puerto Rosario, en la localidad de Florentino Ameghino.
A partir de este lamentable siniestro fatal, fue que surgieron algunas hipótesis por parte de los investigadores. Una de ellas hablaba de un presunto ajuste de cuentas y la otra línea o conjetura que seguían los pesquisas era la posibilidad de que las víctimas vieron algo que comprometía a el o los asesinos, indicó un portavoz oficial.
Según fuentes del caso las víctimas presentaban traumatismo de cráneo, lo que les ocasionó el deceso. Cabe destacar la labor de los efectivos de la Dirección Homicidios de la Policía de Misiones y las comisarías jurisdiccionales dependientes de la Unidad Regional II, con asiento en Oberá.
El prófugo zafó en un control de Gendarmería
El pasado martes 28 de marzo, una hora después de que la pareja fuera vista por última vez, alrededor de las 20, un automóvil Aveo fue identificado por Gendarmería Nacional en la ruta provincial 2 (en cercanías al lugar del hallazgo de los cadáveres), llevando partes de una moto y una chapa de dominio, siendo el chofer de ese auto un cabo que trabaja en el Círculo de Oficiales sede Oberá, precisó un vocero oficial.
Esa moto, luego se supo, sería de la pareja. El uniformado se “esfumó” desde el pasado viernes, justamente el día en que se radicó la denuncia por la desaparición de los agricultores Márquez y Leiva. Al día siguiente se hallaron las partes de la moto y la chapa dominio que tenía el policía en dicho auto, a un lado del arroyo Once Vueltas y a unos diez kilómetros de donde aparecieron los cuerpos sepultados.
Era la moto Gilera 110 cc. propiedad de las víctimas. El domingo se hallaron enterrados y tapados con piedras y ramas los cadáveres de los agricultores, en un cerro que sería parte del terreno del suboficial o lindante.
Un cuñado del efectivo, de 35 años, se encuentra detenido. Se sabe que un hermano de este policía también viajaba en el auto Chevrolet Aveo y que luego fue incautado.
El rodado había sido comercializado por el policía, quien por estas horas tiene pedido de captura nacional e internacional, agregaron las fuentes.