Carlos Schvezov es docente e investigador y en la actualidad se desempeña como titular del Instituto de Materiales de Misiones (Imam). En una charla con PRIMERA EDICIÓN analizó el panorama actual en el ámbito de la ciencia y tecnología y frente a “este sistema y cómo se ha recortado”, indicó que preocupa el desaliento de los jóvenes que busquen formarse como becarios e investigadores. Con una larga trayectoria en el trabajo con becarios (fue presidente del Comité Ejecutivo de Desarrollo e Innovación Tecnológica, Cedit , durante 14 años), conoce bien el ámbito de la investigación en la provincia. Indicó que durante 2016 “la adjudicación de becas se dio de manera normal”, pero señaló que “cambió el sistema porque muchas entraron como parte de los proyectos estratégicos de las Unidades Ejecutoras”, aunque destacó que “en general no sentimos un recorte en becas el año pasado. Es más, todos los que fueron aprobados ingresaron”, pero agregó que “yo creo que la adjudicación de becas en este momento no es un problema. El problema pasa por otro lado”.A principios de este año renunció al Imam un investigador postdoctoral porque consiguió trabajo, “que es una muy buena noticia porque estamos incorporando, dentro de la producción celulósica de Misiones, recurso humano de muy alta calidad y formación en esa área”. Sin embargo, “esas posibilidades no están generalizadas a todos los casos”. Es aquí donde, para Schvezov, aparece el principal inconveniente de los tiempos que corren. “El problema mayor va a ser el desaliento que van a tener los becarios en incorporarse a un sistema de becas que eventualmente no les ofrece ninguna garantía de permanecer en el sistema como investigadores. Estamos hablando de gente supercalificada que queda fuera del sistema, yo creo que el drama mayor es ese. Este sistema, así como se ha recortado, desalienta la formación de recursos humanos. Es un desaliento a los graduados, porque si ingresan como becarios lo van a hacer sin la visión de hacer una carrera de investigación. Yo creo que ese es el problema más grave y formar recursos humanos es una tarea muy larga, formar investigadores puede tardar entre 12 y 20 años”, indicó.Sobre las razones que determinaron esta situación, el docente señaló a “la política neoliberal. Es similar a Cavallo cuando nos mandó a lavar los platos, en mi opinión. Lo único es que no lo dicen tan crudamente por los prejuicios mediáticos que pueda tener”. Opinó que “están actuando de una manera un poquito más delicada, pero hay un indicio desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, con ese cambio en discurso total de una misma persona, como el ministro Lino Barañao, que está indicando que lo que quieren es, en lugar de investigadores, empresarios. Lo dijo el mismo Barañao: ‘Quiero investigadores que den trabajo en empresas’. Y eso es un problema, ya que el sistema no funciona así, es lo mismo que decir que quiero empresarios que sean investigadores. No hay”.El trabajo en el ImamEl Instituto de Materiales de Misiones se creó en 2010 y en 2012 se concretó la doble dependencia, entre la Universidad Nacional de Misiones (Unam) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Su sede administrativa se encuentra en la Facultad de Ciencias Exactas de Posadas.En la actualidad tiene entre 48 y 50 becarios e investigadores. “También están los investigadores de la Universidad, o sea, que no pertenecen al Conicet, pertenecen indirectamente a través de la Unidad Ejecutora de doble dependencia. Nosotros tenemos muchos proyectos de investigación vinculados a las diferentes grupos y líneas de investigación”, destacó su titular.Sobre los recursos para investigar, Schvezov indicó que “ya por haber estado en Misiones y haber comenzado investigaciones hace mucho tiempo sin recursos, todas nuestras investigaciones son muy económicas, nos arreglamos con lo que podemos. Además, ante la ausencia de fondos nacionales, siempre buscamos el apoyo internacional. Hay mucho contacto con entidades extranjeras. Con respecto a la deficiencia en equipamiento que tenemos aquí, la cubrimos con el uso de equipamiento en otros institutos y otros centros. Si no, no podríamos trabajar solamente con recursos propios”. Indicó que en la actualidad “tenemos investigaciones en el área celulósica papelera, sobre materiales metálicos y óxidos, en madera y en electrónica”. Indicó que “sin ninguna duda continuaremos investigando” y que, pese a las dificultades de transferencia tecnológica en Argentina, “a uno le compete buscar el desarrollo de tecnologías esperando que alguien las tome. No trabajamos por demanda, en algunos casos puntuales sí, pero otros no. Se trabaja investigando y generando estas tecnologías que eventualmente puedan ser tomadas aquí o en otro lado”, cerró.
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