Derrochando sencillez y humildad en cada paso que dio en suelo altoparanaense, entremezclándose entre chicos y grandes como si fuera uno más, ante miradas atónitas de quiénes aún no pueden creer que tengan enfrente a nada más ni nada menos que al último guía de la Generación Dorada y actual entrenador de la Selección Argentina de Básquetbol, Sergio “Oveja” Hernández generó furor en esta ciudad y su campus de Perfeccionamiento y Tecnificación fue todo un éxito.El legendario DT argentino se instaló en la Capital del Trabajo a comandar la Clínica organizada por la Asociación de Básquetbol Eldorado (ABE), que contó con la participación de cerca de un centenar de chicos de toda la región NEA, y deslumbró con sus conceptos, con la manera de transmitirlos y poniendo siempre en lo más alto que una “mejor persona debe estar por encima de un buen jugador”.En una entrevista exclusiva con DE PRIMERA, “Oveja” no se guardó nada, desde lo que le dejó la Generación más importante del deporte argentino, su vuelta a los campus y el compartir con sus hijos de esta pasión. “A Misiones me acompañó Lautaro, uno de los gemelos (el otro es Imanol) que trabaja en las formativas de Peñarol, y disfruto con ellos de esta pasión, aunque no me meto mucho y dejo que ellos se desempeñen a gusto”. A lo que agregó: “Es la primera vez que trabajamos juntos, por eso tomé este campus como algo especial”.Arrancando con lo que fue el campus en Eldorado, Hernández manifestó que “me sorprendió la predisposición de todos los chicos por aprender, la atención que brindaron en cada turno de entrenamientos fue grandioso y por sobre todo la calidez humana, tanto de los chicos, padres, organizadores del evento y allegados. Me voy muy contento de acá, porque nos llenaron de alegría en estos cuatro días que estuvimos, lo disfrutamos al máximo, y sólo espero que cada uno que participó de la clínica se lleve algo nuevo para seguir creciendo en este maravilloso deporte”. Además “volví a algo que no hacía hacer mucho tiempo, tuvo que cambiar el chip y amoldarme a los chicos nuevamente. Me sirvió mucho esta experiencia para retornar a los campus”.Sobre lo trabajado específicamente, “Oveja” indicó que “tratamos de trabajar en todos los aspectos y para eso tuve la colaboración de varios profes, como los locales más un amigo como Ariel Amarillo (exDT de la Selección de Cuba), y creo que hicimos lo mejor con cada una de los grupos. Es obvio que no podrán aprender todo en cuatro días, pero si se llevan cosas para seguir trabajando a futuro”. A lo que prosiguió diciendo: “Acá, como en todos lados, hay chicos que sueñan con ser un Ginóbili, jugar en la NBA, podrán cumplirlo o no, pero no deben dejar de ser constante y por sobre todo, buenas personas. Como lo dije el primer día, ser Ginóbili o un simple verdulero tendrá la misma importancia si son buenas personas”.La motivación es algo fundamental para Sergio, que hizo referencia a eso diciendo “es lo primordial que tiene que existir, si hay algo que no me motiva no lo hago. Motivación no es sólo jugar ante los Estados Unidos, ir a un Mundial o jugar unos Juegos Olímpicos, la motivación tiene que estar en el día a día. Algunos a veces me preguntan cómo hago para dejar de entrenar a la Selección e ir a dirigir un partido de Liga y yo lo que hago es buscar algo que motive estar ahí. Eso es lo que tienen que tener los chicos, sentir motivación constantemente”.El recuerdo de la "Generación Dorada"Con respecto a la Generación Dorada, que escribió su último capítulo en los últimos Juego Olímpicos de Río de su mano, el entrenador multicampeón de la Liga Nacional manifestó que “fue considerado como la mejor etapa, no sólo del básquetbol sino que del deporte argentino, y uno al ser parte se siente un privilegiado, aunque si uno se pone a mirar que cuando se retiraban Campana, Milanesio, nadie pensaba que iban a aparecer Pepe Sánchez, Montecchia, Oberto, Prigioni y hasta Ginóbili, y hoy en día nadie agranda el retiro de Pablo (Prigioni) porque aparecieron Campazzo y Laprovíttola. Fueron apareciendo grandes jugadores a lo largo de la historia y en cada camada se marcaron los éxitos”. A ello agregó: “Será cuestión de seguir trabajando de la misma manera y apostar a los valores que van creciendo y pidiendo pista. Va a llevar su tiempo darle regularidad, pero que no queden dudas que hay materia prima”.“Juani es un distinto”Por último, “Oveja” dejó unas frases sobre Juan Ignacio Marcos, exjugador de El Coatí, que hoy se encuentra en Peñarol, y dijo que “Juani es un distinto, es un fuera de serie, que le ha tocado arrancar la temporada jugando la Liga con 16 años y no le temblaron las piernas. Tiene mucho futuro, pero hay que llevarlo despacio. Él sabe muy bien lo que quiere y eso juega a su favor”. Sobre si en este campus vio algún otro caso como Marcos, apuntó que “hay buenos valores y eso es importante, hay que trabajarlos. Yo tuve en un mismo Campus a Ginóbili y Pepe Sánchez y hoy ven hasta dónde llegaron”.Para Eldorado fue algo inigualable tener a la “Oveja” dando cátedra dentro y fuera de la cancha. Fotos: Gentileza C.Reble
Discussion about this post