La madre corrió y gritó pero al ver que no llegaba, no lo dudó y le dio una patada a la niña para sacarla de entre las puertas. Era la única manera que tenía de evitar que su hija muriera aplastada. Aunque las puertas no la golpearon, la pequeña se llevó un gran golpe contra el suelo, informa el sitio T5. El hecho ocurrió en Malasia.
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