Tratar de dar una explicación única y acabada sería imposible, porque hay tantas razones como mamás en el mundo. Pero lo cierto es que continúa en aumento la predilección de las mujeres por las cesáreas antes que el parto vaginal atento a los números que se manejan tanto en el ámbito privado como en el público. En los hospitales de Misiones, en 2011, alrededor del 34% de los partos era por cesárea. Ese número se incrementó en un 10%, solo en Posadas alcanza al 48% de todos los nacimientos. A nivel provincia, se elevó a un 40%. El ámbito privado no está ajeno a esta realidad. Hace seis años atrás, el 50% de los partos pasaban por el quirófano. En la actualidad ese número creció al 80%. Durante 2015, según las estadísticas elaboradas por el Ministerio de Salud Pública, hubo 16.559 partos en los hospitales públicos de la provincia. De ellos, 11.792 fueron vaginales y 4.730 por cesárea. Si bien los partos “normales” continúan siendo la mayoría, en los últimos años fueron en aumento las cesáreas que se realizan en los hospitales hasta alcanzar un 40% de todos los que se realizan. Solo en Posadas hubo 5.863, de los cuales 1.903 fueron por cesárea y 3.941 por parto vaginal. Es una tendencia en aumento que también se registra en el ámbito privado. Del 50% en 2011, durante el último año, el 80% de los partos que se realizaron en los sanatorios fueron por cesárea.El temor ante un trabajo de parto muy doloroso parece ser una de las razones por las cuales las mujeres eligen la vía quirúrgica para tener a sus hijos. Es que la cesárea evita toda esta situación a la hora de parir y permite, además, ser programada con fecha y hora lo que ayuda a una mejor organización de la madre y también del profesional que la atiende, quien no debe estar supeditado a lo incierto de esperar un parto vaginal. Del otro lado de la vereda, todavía hay mujeres que piden un parto “normal” ya que argumentan que una vez atravesado el momento del nacimiento en sí, los cuidados que deben tener son mínimos y pueden dedicarse de lleno a la atención del nuevo bebé, hecho que suele tener complicaciones si además del niño hay que cuidar una herida en el bajo abdomen.Una tendencia en aumento“Naturalmente, alrededor del 80% de las mujeres debería tener sus hijos por parto vaginal”, indicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN el director del Sanatorio Nosiglia y también ginecólogo y obstetra, Luis De Haro. Pero frente a esto, reconoció que “ahora hay una cuestión cultural o de modernidad que hace que haya una falta de predisposición en general de las mujeres hacia el parto vaginal normal, es como un condicionamiento también hacia el médico de ir por la vía de cesárea”.Sin embargo, el profesional reconoció que “el parto vaginal normal es una función para la que tanto la mujer como el bebé están preparados para asumir, siempre y cuando las condiciones obstétricas estén dadas: que el bebé esté bien, que su tamaño con el de la mamá estén acordes, que el bebé tenga buena salud fetal, que esté en la posición que corresponda, etcétera. Son miles de factores”. Sobre el aumento, De Haro indicó que “en el Sanatorio Nosiglia debemos estar alrededor del 80% de partos por cesárea, contra un 20% del vaginal normal. Exactamente al revés de lo que se espera”. Indicó que si bien hay un gran porcentaje de mujeres que piden por la cesárea, “también hay una realidad y es que antiguamente la mujer tenía una expectativa de tener entre siete y diez hijos y esa cantidad de cesáreas no se pueden hacer. Hoy en día la mujer empieza a tener sus hijos un poco más tarde en edad y tiene una expectativa de uno, dos o tres como máximo. Entonces ante esta circunstancia, tanto la paciente y hasta el médico se inclinan hacia la cesárea”.Además, señaló como otros de los factores que “la mujer inicia su época de maternidad alrededor de los treinta años, sobre todo la población que nos consulta a nosotros en los sanatorios privados, y se considera gestación añosa, es decir el primer embarazo en una edad mayor y eso aumenta de por sí el porcentaje de cesáreas. Hay un montón de factores que influyen a que haya un aumento significativo en las cesáreas”.Razones variasPor lo general, se deja a elección de la mujer cómo tendrá su bebé, a menos que la situación implique muchos riesgos y la cesárea sea la única opción posible. Sin embargo, De Haro explicó que “si la mujer no está, desde el punto de vista psicológico preparada para afrontar un trabajo de parto, es difícil que acompañe y ayude entonces los riesgos aumentan. Si una mujer no quiere asumir el trabajo de parto, por la circunstancia que fuera, porque culturalmente no está preparada, porque todos le dicen que es mejor la cesárea, porque no quieren asumir el dolor o por lo que sea, es muy difícil que acompañe, entonces es poco probable que los resultados sean buenos y que terminemos en un parto. Este tema tiene muchas aristas, cosas diferentes en cada mujer”.El profesional remarcó que depende de cada mujer y de hecho aseguró que a fines de 2016, en su rol como ginecólogo y obstetra, fue el médico responsable de dos nacimientos de dos mamás de alrededor de 40 años, ambas primerizas que tuvieron sus bebés por parto vaginal porque “ellas querían eso, entonces acompañan, se preparan y están en condiciones. Ahora, todas las demás variables son muy individuales de cada persona, de cada obstetra y de cada paciente. Cada persona siente al parto hasta cómo fue concebido el bebé… si lo buscaron o si no, si tuvieron problemas para encontrarlo, si el entorno familiar durante el embarazo fue acorde o no, hay demasiadas cosas psicológicas que influyen y por ahí hacen cambiar las conductas. Es un tema muy complejo”, cerró. La influencia en la evolución corporalCada vez más mujeres deben someterse a una cesárea porque tienen una pelvis demasiado pequeña para un parto natural. Es que esta práctica está teniendo un impacto en la evolución humana, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).Según publicó el diario La Nación, de acuerdo con el trabajo, los casos en los que el bebé no cabe en el canal de parto aumentaron de 30 en 1.000 en los años 60 a 36 en 1.000 en la actualidad. Sus autores creen que posiblemente esta tendencia continúe, pero no hasta el punto de que los partos naturales se tornen obsoletos. “Sin las intervenciones médicas modernas, esta clase de problemas solían ser letales, y esto, desde el punto de vista de la evolución, es la selección natural”, afirmó Philipp Mitteroecker, del departamento de biología teórica de la Universidad de Viena. “Las mujeres con una pelvis angosta no habrían sobrevivido hace 100 año
s. Ahora sí, y pasan sus genes que codifican información para una pelvis estrecha a sus hijas”, agregaron.Desde hace tiempo los científicos se preguntan por qué la pelvis humana no se ensanchó a lo largo de los años. Es que la cabeza de un bebé humano es grande si se la compara con la de otros primates, con lo cual el parto es mucho más difícil en comparación a por ejemplo, los chimpancés. Los investigadores diseñaron un modelo matemático utilizando datos de la OMS y otros trabajos sobre nacimientos. Lo que encontraron fueron fuerzas evolutivas opuestas: por un lado, una tendencia de recién nacidos más grandes, más sanos. Sin embargo, si crecen demasiado, quedan atascados durante el parto, lo cual, en el pasado resultaba fatal para la madre y el bebé, y los genes de la madre, por ende, no pasaban a la generación siguiente. “Nuestra intención no es criticar la intervención médica”, aclaró el experto, sino poner de manifiesto “que ha tenido un efecto evolutivo”, concluyó.
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