Los testimonios parecen sacados de una pesadilla. El dolor indescriptible, la sensación de impotencia y un solo pedido: justicia para Irma Ferreyra Da Rocha (47), la mujer fallecida el domingo tras ser empalada con la rama de un árbol el sábado en Garupá,</a> que era madre de siete hijos.
Ella agonizó 36 horas en una cama del hospital Madariaga. Las heridas que le provocaron fueron irreparables. “Pero mami se defendió y lo hizo hasta el último momento. Luchó con ellos, que eran varios. Y con el último aliento de vida, mamá dijo el nombre de uno de detenidos, sé que es él”, aseguró Lucas Matías Ferreyra Da Rocha (26), hijo de Irma.
“No sé cómo explicarlo”, relató a PRIMERA EDICIÓN Mabel Ferreyra Da Rocha, hermana de Irma, quien relató las últimas horas de la mujer asesinada en Garupá: “Pedí al médico ver a mi hermana y cuando entré a la sala no pude estar ahí. Lo que le hicieron no tiene nombre. Pero lo que me desesperó fue que mi hermana me pedía socorro, ayuda, me suplicaba que le cure el dolor y yo no tenía con qué. No tenía cómo borrarle de su corazón el dolor que soportó en sus últimos momentos de vida”.
El último recorrido de IrmaLa familia Ferreyra Da Rocha contó que Irma trabajaba como empleada doméstica en dos casas y “se desvivía para llegar a fin de mes”.
Recién el viernes por la noche decidió salir y despejarse. Unas compañeras de trabajo la invitaron para celebrar la despedida del año. Y nunca más regresó a su hogar. Al día siguiente, su familia comenzó a buscarla cerca de las 9, pero nadie tenía noticias.
Finalmente, a las 11, dos policías llegaron a la casa de Mabel y “me preguntaron si era la hermana porque tenían que darme una noticia para nada buena. Me dijeron que la encontraron a la madrugada, tirada en el túnel, cerca de la exGarita. Yo no sabía cómo reaccionar, tomé mis cosas y fui al hospital”.
En el nosocomio la vieron “completamente destruida, la dañaron de una forma que no se puede explicar. Fue como si una bestia saliera a la calle y eligiera quién vive y quién no”, sentenció Mabel.
Y siguió: “Hoy (por el domingo), me preparaba para ir de nuevo al Madariaga y me llamaron para decirme que falleció. Sólo pido que Dios haga justicia”.