Científicos de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) llamaron la atención, en una reciente comunicación, sobre el aumento de infecciones que resisten a los antibióticos, un fenómeno que está siendo observado con creciente alarma tanto en la Argentina como en el resto del mundo.Para tener una idea de los efectos de esta disminución de la acción efectiva de los antibióticos en seres humanos, cabe señalar que sólo en el año 2013, según la Revisión sobre la Resistencia Antimicrobiana (AMR), se produjeron en todo el mundo 700.000 muertes atribuibles a la resistencia antibiótica.Los especialistas destacaron las acciones que se llevan a cabo, en las que el Instituto Malbrán es un referente a nivel país, y, aunque mencionaron los esfuerzos que hace el país frente a esta problemática sanitaria global, llamaron a aunar esfuerzos entre las instituciones públicas y privadas para dar la pelea.Explicaron que, a este respecto, el elevado y mal consumo de antibióticos ha generado bacterias mucho más resistentes, por lo que la principal defensa científica con la que contaba el hombre para hacer frente a las infecciones ya tiene resistencia.Los expertos que están trabajando en este campo, definieron el escenario como “complicado”, con presencia de bacterias multirresistentes que limitan el tratamiento de infecciones graves, entre otros síntomas de una realidad que merecería una atención mayor por sus incalculables consecuencias. Es que los científicos también advirtieron que hace muchos años no se descubren nuevos antimicrobianos, por lo cual la situación se agravará “si no se toma conciencia sobre el uso racional de los antibióticos en infecciones humanas”. La sociedad, que acepta como natural la automedicación, y los laxos controles de las autoridades sobre la venta de medicamentos son dos prácticas que profundizan este drama global.
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