Finalmente ayer, un alto funcionario de la comuna obereña se presentó ante los concejales de la Capital del Monte y confirmó que efectivamente el Ejecutivo había dispuesto colocar una cifra millonaria a plazo fijo en la banca local, a fin de obtener en 30 días unos 400 mil pesos producto de los intereses.La acción, que molestó especialmente al presidente del Concejo con quien parece deteriorarse cada vez más la relación institucional; no había sido ni siquiera consultada a los ediles que se desayunaron por los medios de comunicación de la “inversión” del intendente Carlos Fernández.Si la holgura financiera fuera suficiente para no dejar a proveedores esperando meses para pagarles las deudas, la idea del alcalde renovador no parece desacertada. Sin embargo, hay quejas constantes de los atrasos que se siguen fundando -hasta que se conoció el plazo fijo millonario- en la “herencia” de “Tito” Rindfleisch.Mientras las comunas que apuestan a plazos fijos los fondos de coparticipación obtienen mayores fondos de la operación, hay comercios, prestadores de servicios que no pueden readecuar los costos facturados al Estado y que -por el contrario- una vez que les efectivizan los pagos, los mismos se desvalorizan. Antes, esos proveedores debieron abonar impuestos nacionales y provinciales sin lo cual, lejos hubieran podido venderle algo a la comuna obereña.¿Cuántos más municipios tendrán sus “ahorros” millonarios en plazos fijos bancarios? Es una buena consulta que los ediles de cada comuna podrán hacerle a los Ejecutivos. Especialmente para que detallen montos, plazos, entidades de depósito, autorización, etc.No se puede permitir que el Estado obtenga ganancias desde la falta de cumplimiento en los pagos, porque a la inversa la reacción no hubiera sido la misma porque hay leyes que sancionan esa intención.El Estado debe dar el ejemplo con los contribuyentes.
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