La educación técnica es la rama educativa que mayor crecimiento ha tenido en los últimos años. Sin ir más lejos, en Misiones está vigente la Ley de Fortalecimiento que indica que en cada municipio de la provincia debe crearse una escuela que satisfaga las demandas que tenga la comunidad en la que se inserte. Sin embargo, aún con los avances, falta mucho por hacer. Se replican las denuncias de alumnos que aseguran que sus instituciones no cumplen con los estándares mínimos para calificarlas como “técnicas”, que no se crean los cargos correspondientes para los docentes y algunas ni siquiera tienen talleres. Sobre estos y otros temas habló la secretaria general de la Asociación Magisterio de la Enseñanza Técnica (Amet) Nacional, Sara García, que visitó la provincia para asistir a la asunción de una nueva comisión directiva de la Regional Misiones. ¿Cuáles son los desafíos que tiene la educación técnica en este panorama actual?El desafío más importante que tenemos por delante es formar técnicos de calidad que la sociedad nos demanda. En esto entendemos que todavía tenemos un camino importante por recorrer y tiene que ver con la ejecución de fondos, con la capacitación docente y con el trabajo con las escuelas que, en el marco de la Ley de la Educación Técnica, han podido rearmarse con su estructura, equipamientos y máquinas pero no alcanza. La educación técnica no son sólo máquinas, paredes y ladrillos, somos los actores, los chicos, los docentes. Entonces me parece que el desafío sigue siendo grande e importante pero lo bueno de este proceso es que no paramos y no vamos a parar.En Misiones se han creado varias escuelas pero la situación no es la “ideal”, ¿qué opinión le merece?En su momento, los compañeros de Amet Misiones, muy preocupados, tuvieron situaciones de conflicto por esta situación. En 2005, gracias a la Ley de Educación Técnica, se fija el fondo nacional. Porque para recuperar a la educación técnica, el Estado tenía que poner dinero. En muchísimas provincias escuelas que eran de nivel medio quisieron ser técnicas porque veían que venía dinero. Pero, para nosotros, una escuela técnica es una escuela que tiene que tener una estructura y una infraestructura absolutamente definida, marcada y completa. Esto es, tener sus aulas y talleres. Si la escuela no tiene taller, no es escuela técnica. Es central, es la columna vertebral de nuestra formación. Una vez que está esa estructura completa, lo que hay que hacer es equiparla. En Misiones hemos tenido una situación delicada porque han habido anuncios de creación de escuelas, a lo mejor con modalidades o especialidades que no tienen que ver con el lugar, con la demanda de esta sociedad. En este punto creo que estamos en falta todos, el Estado, los docentes y los sindicatos en función de hacer un análisis serio de la realidad y no tener dos escuelas técnicas que formen mecánicos electricistas en un pueblo, porque voy a preparar 50 mecánicos electricistas por año y al cabo de cinco cortes no sé qué hacer con los electricistas en ese pueblo. Misiones tiene, en algunos lugares, una situación de estas característica y vale la pena abordarlas, discutirlas, dimensionarlas para que se cumpla la Ley. Sé que Misiones tiene la Ley de Fortalecimiento que dice que tiene que haber una escuela técnica en cada municipio, está bien, pero analicemos qué escuela y de qué características. Cuál es la demanda.Otra cuestión que surgió es que no se crean los cargos específicos de la modalidad…Una escuela técnica no es una escuela media cualquiera. En sus recursos humanos tiene y necesita de un equipo que es fundamental: director, vicedirector, jefe general de taller y regentes de cultura técnica y cultura general. En muchas provincias desaparecen las figuras del regente de cultura técnica divorciado del de cultura general, en otras se mantiene. Pero esta formación es indispensable. Mal puedo hablar de tener una escuela técnica si no tengo los cargos, si no tengo la cantidad de cargos de maestros de taller suficiente o talleres con la estructura de sus recursos humanos. Si no tengo cargos, si no tengo creación, no puedo hablar de que hice una escuela técnica. Puse ladrillos y paredes, pero eso no quiere decir que tenga una escuela técnica. ¿En cuánto ha aumentado la demanda de los alumnos por ingresar de 2005 hasta ahora?Es interesante el detalle porque en la Argentina de hoy sólo el 48% de los chicos que ingresa a la escuela la termina. Es un número doloroso porque estamos casi a diez años de la Ley que nos dice que la escuela secundaria es obligatoria. Entonces, puedo decir que es obligatoria pero si de cada cien chicos que ingresan, egresan 50, estamos en problemas. En ese contexto, la escuela técnica ha tenido una diferenciación, tuvo una mayor demanda de los pibes por ingresar al sistema pero el nivel de exigencia también es mayor. Entonces es un desafío que sepamos contener a los pibes y, muchas veces, en la escuela técnica la contención está ligada al descubrimiento que hace el chico de sus habilidades manuales en paralelo a la formación de su intelecto. Ha habido una mayor demanda y hemos tenido menor nivel de deserción que en la escuela media pero no alcanza. Todavía estamos en falta.En relación a este aumento, ¿se ha podido satisfacer la demanda de docentes?A medias. Hay jurisdicciones en que la ecuación está perfecta y en otras en que hay un déficit importante. Esto tiene que ver con que la formación docente ha tenido una etapa de desarrollo intensiva hace cuatro o cinco años atrás, después vino una meseta y ahora estamos a la espera, con promesas del mismo Ministro de Educación, Esteban Bullrich, de profundizar la formación y para los técnicos es fundamental. Sin embargo, hay un tema central y es que ese docente que va a enseñar a la escuela técnica tiene que tener la visión del mundo del trabajo. En ese sentido, los viejos maestros de taller eran ingenieros que salían de la fábrica y venían a la escuela. Hoy, esos docentes no están más. Entonces necesitamos hacer esta formación en paralelo con la capacitación en el ámbito de trabajo y la relación directa. En este sentido he visto con mucha alegría, hace poco dos meses atrás, la firma de convenio con el presidente de Toyota en la Argentina para acceder a pasantías y el compromiso de la empresa de abrir sus puertas para que los docentes vengan a hacer in situ la capacitación para especialidades que tienen que ver, obviamente, con la industria automotriz. Me parece que ese es el camino a recorrer para mejorar educación técnica del país, pero todavía tenemos un trayecto importante por recorrer.
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