En teoría, los líderes de las grandes potencias mundiales están de acuerdo. Desde la publicación de los Panamá Papers, el presidente estadounidense, Barack Obama y los principales dirigentes políticos de la Unión Europea se comprometieron enfáticamente a poner fin a los paraísos fiscales.Con tamaña expresión de voluntad política, estos centros de elusión de impuestos deberían tener las horas contadas.Y, sin embargo, hace siete años, a la sombra del estallido financiero, el G20 reunido en Londres asumió un compromiso similar y el anfitrión del encuentro, el entonces primer ministro británico Gordon Brown, proclamó a los cuatro vientos el fin de?“la era de los paraísos fiscales”.A la luz de los papeles de Panamá está claro que poco o nada ha sucedido desde aquel anuncio rimbombante.Según John Christensen, director de Tax Justice Network, ONG dedicada a la lucha contra evasión fiscal, una compleja red de intereses evitan el cambio.“Estados Unidos y Reino Unido son los paraísos fiscales más importantes del mundo. Los más grandes bancos y multinacionales usan los paraísos para empresas fantasma que forman parte de un mecanismo global de evasión y elusión impositivas. Lo mismo pasa con las grandes fortunas individuales. Estos actores son los que obstaculizan una reforma real”, indicó Christensen a BBC Mundo.Analicemos estos cuatro protagonistas:• Las grandes potencias o el factor político: En Estados Unidos, el sector financiero representa el 20% de las ganancias corporativas y un 7,5% del Producto Interno Bruto (PIB), más de US$ 1 billón anuales.En Reino Unido, ese sector constituye entre el 10 y el 17% del PIB y ha sido históricamente esencial para evitar una crisis de su balanza de pagos.Estados Unidos tiene en su interior cuatro de los más importantes paraísos fiscales del mundo: Delaware, Nevada, Wyoming y Dakota del Sur.Londres cuenta con los territorios británicos de ultramar y las dependencias de la Corona tienen algunos de los paraísos fiscales más notorios como Bermudas, las Islas Cayman o las Islas Vírgenes Británicas.Después de 2008, el desmadre financiero internacional, la recesión mundial y el déficit fiscal que generó el rescate de los bancos generaron fuertes tensiones en medio de una creciente presión política y social para un cambio.En 2014 Estados Unidos incorporó una nueva provisión a la Foreign Account Tax Compliance Act (Ley de Cumplimiento Fiscal para Cuentas en el Extranjero o FATCA en inglés) para evitar la evasión fiscal de cuentas de estadounidenses, pero no tocó a sus paraísos fiscales.“Estados Unidos persigue la evasión fiscal de sus ciudadanos en el extranjero, pero facilita la de los extranjeros en su territorio. Algo similar pasa en Reino Unido, cuyo modelo económico se basa en los paraísos fiscales y su vínculo con la City. Si realmente quisieran, ambos podrían terminar con los paraísos fiscales mañana mismo”, sostiene Christensen.Esta complicidad no se limita a la “cofradía anglosajona”.En noviembre de 2014 los llamados “Luxleaks” presentaron acusaciones sugiriendo que entre 2002 y 2010 las autoridades de Luxemburgo habían favorecido a varias multinacionales con arreglos especiales de impuestos en perjuicio de otros estados europeos. Muchas de las multinacionales así como altos funcionarios de la nación europea negaron entonces que se hubieran presentado irregularidades.2 – Grandes bancos: Los 28 bancos más grandes del mundo tienen activos por US$50.341 billones, unas tres veces el PIB estadounidense. Estos bancos tienen una posición dominante en la llamada “banca en la sombra” (no regulada) que representa un 30% de la actividad financiera mundial.A corto plazo el mundo financiero se beneficia con este sistema dual que ofrece un grado mínimo o inexistente de regulación para poder prestar o invertir con un respaldo escaso o nulo de depósitos que cubran el riesgo de un impago.En 2008 esta mecánica condujo al colapso cuando las distintas piezas esparcidas por el mundo desarrollado y sus paraísos fiscales se convirtieron en un dominó de deudas impagables.Las cosas no han cambiado tanto. Los Panamá Papers revelan que más de 500 bancos registraron a través del estudio Mossack Fonseca cerca de 15.600 compañías fantasmas.“Los bancos han resistido el cambio gracias a la fuerte influencia que tienen en los medios para formatear la opinión pública y a la puerta giratoria que comunica al sector privado con el público, el director de un banco convertido en ministro y viceversa. Uno de sus mensajes más efectivos es que si les cambian las reglas de juego, se van a otro país”. señala Christensen.3 – Multinacionales: El año pasado la OCDE propuso que las multinacionales dieran a conocer un balance país por país de sus ganancias para poder calcular con precisión su carga impositiva.Este abril cinco países europeos (Reino Unido, Francia, Alemania, España e Italia) se comprometieron a un "intercambio automático de información" bancaria y el ministro de finanzas británico, George Osborne, sugirió que se estableciera una lista negra de paraísos fiscales. ¿Acción al fin?Como dicen los británicos “the devil is in the detail” (el mal se esconde en los detalles)“Estoy trabajando en este tema desde 1978 y he visto infinidad de veces este espectáculo porque los gobiernos quieren mostrar que están haciendo algo. La realidad es que el intercambio de información que anunciaron ya está funcionando, es decir que no es una nueva medida”, indicó Christensen.“Además es una medida con su vía de escape porque para que sea efectiva necesita un registro público de todas las compañías ‘offshore’ que nos diga quiénes son sus dueños reales y Reino Unido se opone a que los Trusts (fideicomisos) estén incluidos en el registro con lo que invalida el cambio”.4 – Las grandes fortunas individuales: Junto a los usuarios corporativos, están las grandes fortunas individuales. En los paraísos fiscales se almacenan títulos de propiedad, inversiones, obra de arte, antigüedades y un largo etcétera.Una nueva variante para las grandes fortunas son los “free port”: grandes depósitos donde reposa una riqueza en tránsito libre de impuestos.A nivel académico, se habla de Cadenas Globales de Riqueza para aludir a este movimiento de las grandes fortunas que operan simultáneamente en distintas jurisdicciones. Empresarios, deportistas, artistas y banqueros son grandes protagonistas de estas cadenas de la felicidad fiscal.“A diferencia de la actividad mediática institucional de bancos y multinacionales, no suelen amenazar públicamente con irse a otro lugar si los regulan. Pero sí hacen donaciones a partidos políticos y a universidades para avanzar sus propios intereses”, indicó Christensen.Fuente: BBC MundoLos 28 bancos que dominan la economía globalEl estallido financiero de 2008 y la gran recesión mundial cambiaron poco y nada en la escena de la economía mundial.A casi ocho años de la crisis y en medio de un estancamiento global,
el mundo sigue dominado por 28 grandes bancos internacionales (mira cuáles son al final de esta nota), denominados por algunos de sus críticos más acérrimos como “la hidra mundial”.Estas entidades manejan las grandes variables económicas globales, imponen condiciones a gobiernos democráticos y, en busca de ganancias rápidas y estratosféricas, apuestan en una ruleta cada vez más vertiginosa que puede volver a estallar en cualquier momento.François Morin, autor del recientemente publicado “La hidra mundial, el oligopolio bancario” es profesor emérito de ciencias económicas en la Universidad de Toulouse y exmiembro del consejo general del Banco de Francia.“Los Estados son a la vez rehenes de la hidra bancaria y están disciplinados por ésta. La crisis de 2007-2008 prueba este poder”, dice.“Los grandes bancos detentaban los productos tóxicos responsables de la crisis pero, en vez de reestructurar los bancos, los Estados terminaron asumiendo sus obligaciones y la deuda privada se transformó en deuda pública”, señala Morin.El investigador francés pone el foco sobre cinco mecanismos que permiten esta hegemonía financiera, económica y política:ActivosLos 28 bancos detentan recursos superiores a los de la deuda pública de 200 Estados del planeta.Mientras que estas entidades tienen activos por US$50.341 billones, la deuda pública mundial asciende a US$48.957 billones.Otra manera de dimensionarlo: hay cientos de miles de bancos en todo el mundo, pero estas 28 entidades concentran el 90% de los activos financieros.En este escenario de hiperconcentración, la caída de uno o varios de estos bancos tiene un potencial devastador no sólo sobre el sector financiero sino sobre la economía en general.Es la base del argumento en el centro de los debates post 2008: el riesgo de entidades “too big to fail” (tan grandes, que no se puede permitir que vayan a la bancarrota).Según Oscar Ugarteche, economista de la UNAM de México y autor de “La gran mutación”, que estudia este nuevo sistema financiero mundial, con este nivel de concentración del poder financiero hay “todas las posibilidades” de repetición de una crisis como la del 2007-2008.“Estos mercados crecieron con la liberalización financiera de los últimos 30 años, que les permitió salir de su lugar de intermediario financiero con la producción y el consumo, es decir, de correa de transmisión para proyectos productivos y compras”, señaló.“Con su participación en los mercados especulativos, desde divisas y tasas de interés hasta commodities y derivados, con un crecimiento explosivo de su crédito para financiar esta expansión, se llegó a 2008”, añadió.“La situación no ha cambiado y hoy estamos viendo que muchos de estos bancos están en serios problemas”.Creación de MonedaEl sistema clásico de emisión monetaria es el de una Casa de la Moneda que imprime los billetes que necesita un Banco Central situado en el centro de la escena financiera.Pero hoy el 90% de la moneda es creada por estos 28 bancos: solo el 10% es responsabilidad de los bancos centrales.El paso del dinero físico al dinero crediticio está cambiando esta ecuación.“Estamos cerrando el círculo. En un principio, había bancos que hacían operaciones de comercio exterior e interno. Era dinero-crédito. Pero no había control y centralización de esta función”, explicó Ugarteche.“Esto sólo empieza a suceder con la creación de un Banco Central responsable de la emisión monetaria. El primero es el de Inglaterra en el siglo XVII. Pero con la desregulación bancaria de los 90 estamos volviendo al principio. Los bancos emiten crédito y no hay mucho control al respecto”, señaló.Si antes la expansión de dinero guardaba cierta proporción con el nivel de reserva monetaria de un país, hoy en día ese límite ha perdido relevancia.En este marco de total flexibilización crediticia, la Consultora Global Mc Kinsey estima que la deuda total -es decir la suma de deuda pública, privada e individual – creció en más de US$57 billones en los últimos siete años y hoy roza los US$200 billones, unas tres veces el PIB mundial.Manejo del mercado cambiarioEl mercado cambiario es uno de los más grandes del mundo: US$6.000 millones diarios.Cinco de los 28 bancos controlan el 51% de ese mercado.“El tipo de cambio se maneja en Estados Unidos y el Reino Unido, es decir, no sólo depende de las variables económicas de un país”, afirmó Ugarteche.“Basta con que estos operadores, vinculados a los bancos de estas naciones, decidan que el valor de una moneda no se sostiene para que la ataquen especulativamente por medio del mercado de futuros”, señaló el experto.“Con compras o ventas masivas arrastran al resto de los actores provocando una modificación del tipo de cambio que no tiene nada que ver con la salud económica de un país”.El caso de Brasil ilustra este fenómeno. En septiembre de 2014 Brasil tenía un altísimo nivel de reservas -el más alto a nivel regional- que resultó insuficiente para contener el ataque sobre la moneda.El gobierno adoptó una serie de medidas como el aumento de las tasas de interés para estimular el ingreso de divisas y evitar la fuga de capitales, pero estas medidas ahogaron el crédito que necesitaba el aparato productivo y condujeron a la profunda recesión actual.“Fue una crisis inducida. Y no es un caso aislado. En México el valor de la moneda pasó de 14 a 20 sin que mediara un déficit fiscal importante, una crisis de balanza de pagos o inflacionaria, una caída de las reservas o la actividad económica”, dijo Ugarteche.Manejo de las tasas de interésCon su potencial financiero, estas 28 entidades tienen una gravitación fundamental sobre las tasas de interés.Dado el estratosférico nivel de circulación diario de activos financieros y deuda, cualquier variación de la tasa de interés mueve automáticamente enormes cantidades de dinero.La investigación que iniciaron en 2012 Estados Unidos, Gran Bretaña y la Comisión Europea mostró cómo este nivel de concentración de los bancos termina en manipulación del mercado.Según la investigación, 11 de los 28 (Bank of America, BNP-Paribas, Barclays, Citigroup, Crédit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs, HSBC, JP Morgan Chase, Royal Bank of Scotland, UBS) se comportaron como “entidades o bandas organizadas” para manipular las tasas de interés Libor.El Libor se acuerda diariamente en el mercado de Londres, determina la tasa a la que prestan los bancos y tiene un impacto directo en el mercado de derivados y en lo que pagan consumidores y productores por sus préstamos.“Las cosas no han cambiado. Un escándalo similar ha ocurrido recientemente con Goldman Sachs, Morgan Stanley y JP Morgan en el mercado de commodities”, indicó Ugarteche.Los derivadosLa mitad de los 28 bancos producen derivados por US$710.000 millones, es decir, el equivalente a diez veces el Producto Bruto Interno mundial.En su libro “La gran mutación”, Ugarteche ilustra el funcionamiento del mercado de los derivados con el caso de un modesto activo financiero: una vaca.¿Qué se puede hacer si queremos convertir a la vaca en dinero?En otras &eac
ute;pocas se vendía para recibir a cambio una determinada cantidad de efectivo.Pero hoy se puede vender su valor a futuro. Como no es una transacción presente sino futura, el valor se multiplica muchas veces. Por ejemplo: • se vende el probable ingreso futuro por la leche de la vaca, • se venden los terneros que parirá la vaca,• se vende la eventual leche de estos probables terneros, o el queso y la manteca que produzcan.“A partir de una vaca real, se crea una economía ficticia construida mediante el uso de distintas operaciones financieras. Es un mundo de probabilidades. El ternero es un futuro posible, nada más que eso. Lo mismo el rendimiento de una vaca. ¿Qué pasa si la vaca se enferma?”, dijo Ugarteche.En este caso, las operaciones efectuadas se van por un agujero negro.Así, en 2008 desaparecieron, más de US$200.000 millones, algo que arrastró en su caída a las aseguradoras que supuestamente garantizaban todo este flujo de valor financiero.Nada ha cambiado.Fuente: BBC Mundo
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