POSADAS. Una prueba de ADN que lo vinculaba directamente con la víctima, su presencia en inmediaciones de la escena del crimen en el mismo horario en que se cometió, corroborada con testimonios, además de lesiones compatibles con una planta autóctona en el lugar del hecho. Todos estos fueron los fundamentos principales que tuvo en cuenta la Justicia para la condena a prisión perpetua que recibió Francisco Ademar Bourscheid (53), por el crimen de la menor Angélica Ramírez (14). Estas conclusiones fueron dadas a conocer oficialmente ayer en el Tribunal Penal 1 de Posadas, el mismo que halló al “panadero” responsable del delito de “homicidio calificado por la alevosía” y le dictó la mencionada pena tras el juicio oral, el pasado 17 de noviembre.Fue el punto final por el salvaje homicidio de Angélica, cuyo cuerpo fue hallado masacrado en la mañana del jueves 27 de septiembre de 2012 sobre la calle Pionero Khun de Puerto Rico. La autopsia reveló que la menor sufrió varios golpes en la cabeza e, inconsciente, fue arrastrada por el autor del hecho hasta un costado del camino, donde finalmente falleció después de una penosa agonía.
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