POSADAS. Desde el dolor, la madre de Angélica Ramírez (14) declaró ayer ante la Justicia en el marco del debate oral y público que se sigue por el crimen de su hija. Entre otras cosas, expresó su angustia e indirectamente pidió una respuesta por el salvaje episodio. “Todavía me pregunto por qué la mataron. Escuché comentarios pero nunca sospeché de nadie, hay veces que ya no quiero escuchar más nada”, le dijo Beatriz Teresa del Valle al Tribunal Penal 1 de Posadas, conformado por los jueces Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Ángel Dejesús Cardozo.La mujer abrió la quinta jornada de audiencias en el salón de la calle La Rioja al 1.500, allí donde también estaban el imputado Francisco Bourscheid (53), su defensor, el abogado Mario Cáceres, y la fiscal Liliana Mabel Picazo.“Lo conocía a Bourscheid de cuando pasaba por la pinturería que tenía en el centro. Tres años viví cerca de ahí. Alguna vez me ofreció para que fuera a alquilar en su casa. En ese momento Angélica tenía doce o trece años”, explicó Del Valle ante la consulta de las partes.La progenitora desandó partes de la vida junto a su hija, de quien aseguró que jugaba al hockey en el club Casam y que cursaba clases en horario nocturno. Justamente aquel miércoles 26 de septiembre de 2012 la menor le había dicho que salía para practicar ese deporte.“Ese día había ido a trabajar y por la tarde ella me llamó para decirme que iba a ir al hockey y que no me preocupara, que pasaría la noche en lo de una amiga. Yo le dije que me avisara cuando llegaba a lo de esa amiga”, recordó Del Valle, quien jamás tuvo novedades.En la mañana del jueves 27, la mujer despertó sin saber nada de la adolescente. “No tenía mensajes ni nada, mi hija no aparecía”, reveló. Mientras tanto, la noticia comenzaba a correr en el barrio San Francisco: habían encontrado muerta a una joven sobre la calle Pionero Khun. “Cerca del mediodía llegó la Policía y me llevó a la Morgue. Fui sola. Primero me dieron una cadenita y después reconocí el cuerpo de mi hija”, expresó con dolor.Del Valle asegura que el hecho la golpeó profundamente y que dejó en manos de los detectives la investigación del caso. “Todavía me pregunto por qué la mataron”, reiteró en medio de la angustia.Con la misma pena carga Viviana Del Valle, una de las tías de la víctima, quien declaró que alguna vez Angélica le había contado que “salía con un señor de mucha plata” y que tenía problemas con un joven llamado Sergio Cardozo, quien “la mangueaba y le molestaba; ella no quería saber más nada con él”.Otro tío, el abuelo y un amigo de Angélica también comparecieron ante el estrado. Aportaron relatos similares, pero nada más. Lo mismo para un efectivo policial de Garuhapé que tenía contacto con la víctima por una red social o un joven que hablaba con la menor por mensajes de texto.Tras los testimonios del dueño del ciber del barrio San Francisco (ver “La defensa entregó…”) y de Javier Vogel (ver “Testigo fue retirado…”) llegó el turno de dos hombres que en su momento fueron sospechados por la Justicia y que posteriormente quedaron al margen de la investigación.Uno de ellos fue Pablo Acosta, hijo del juez de Instrucción de Puerto Rico, quien por esta situación se apartó de la causa. “No conocía a Angélica, no frecuentaba el barrio San Francisco y ese día estaba en Posadas. Me involucraron para perjudicar a mi padre, porque no había ninguna prueba”, sintetizó el joven, quien agregó que de inmediato se puso a disposición de la Justicia.Finalmente llegó el turno del comerciante Narciso Zarza, en su momento candidato a intendente de la localidad y también testigo sospechoso en un principio para la investigación. Aportó poco y nada en su declaración y se refirió en duros términos al actual jefe comunal de Puerto Rico cuando Picazo le preguntó por qué el funcionario dijo a los medios que Bourscheid era inocente: “No se puede esperar mucho de él (N. de R.: por el intendente Federico Neis), es semianalfabeto, muy limitado”.Tal como en la agotadora jornada del último lunes, ayer nuevamente fueron doce los testigos que desfilaron por el tribunal. Sin embargo, esta vez la audiencia se resolvió mucho más rápido y finalizó minutos antes de las 14.A esa hora, Errecaborde, presidente del órgano judicial, decretó un cuarto intermedio hasta hoy a las 8.30, cuando comparezcan más familiares, amigos y vecinos de la víctima.El hecho que se ventila se descubrió alrededor de las 6.40 del jueves 27 de septiembre de 2012, cuando el cadáver masacrado de la adolescente fue encontrado a un costado de la calle Pionero Khun, hacia el noreste de Puerto Rico.Como PRIMERA EDICIÓN informó ayer, el testimonio de peritos determinó que la víctima fue ultimada a golpes de “garrotazo” con una rama de pino que, producto de la violencia, se partió en cuatro partes. La autopsia confirmó luego el motivo del deceso y, además, que la adolescente no había sido abusada sexualmente, pese a que primeramente forenses de la Cuarta Circunscripción Judicial habían concluído lo contrario. El sacrificio de decir presenteTal como en la primera jornada, Nelson Ramírez, padre de Angélica, estuvo presente ayer en el Tribunal Penal 1 de Posadas, esta vez para acompañar a su hermano, Ovidio, quien declaró ante la Justicia.“Hacemos un sacrificio enorme para venir hasta acá desde Puerto Libertad, pero estamos y nos apoyamos mutuamente entre todos porque queremos que se haga justicia”, le dijo a este diario Nelson.Sobre los volantes que aparecieron en Puerto Rico que apuntan a otra persona por el asesinato, los Ramírez dijeron que se trata de una “excusa”, pero aseguró que de todas maneras no se debe descartar nada.Por último, tras las palabras del intendente Neis, que dice que Bourscheid es inocente, los hermanos coincidieron en que “si sabe algo o si dice eso, que venga a declarar”. La defensa entregó volantes que aparecieron en el pueblo“El acesino de Angelica Ramire es Senen empleado de frigorífico vive barrio san frasisco” (sic). El mensaje se lee en uno de los tantos volantes que días atrás aparecieron en distintos puntos de Puerto Rico y uno de los cuales, denuncia mediante ante la fiscalía, fu
e presentado ayer por el defensor Mario Cáceres al tribunal.Fue en el inicio de la quinta jornada y, desde entonces, tanto la fiscalía como la defensa consultaron a cada uno de los testigos por si conocían a un tal Mario Senen.“Vive frente a mi casa. Yo no vi los panfletos pero en Puerto Rico surgió ahora un fuerte rumor. Están diciendo que él es el asesino, pero lo mismo pueden decir de mí o de cualquiera. Como vecino, me cuesta creerlo”, dijo Alejandro García Fioravanti, dueño del ciber del barrio, sobre ese tema.“Para nosotros es algo positivo, esto se tiene que hacer público, algo hay detrás”, dijo, desde la otra vereda, Alceu Bourscheid, hermano del imputado por el crimen.Lo único cierto es que la denuncia con uno de los volantes ya está en manos de las autoridades. Testigo fue retirado por falso testimonioConfuso. Así fue el testimonio de Javier Rolando Vogel. El joven dijo en sede policial que había visto caminando a Angélica por la calle Alejo Rauber, cerca del barrio San Francisco. Lo curioso es que aseguró que fue a las 20.30 del jueves 27, cuando la menor ya había aparecido muerta.“Me pusieron presión y me dijeron que diga estas cosas. Los policías trajeron la ropa de Angélica y me la tiraron en la mesa, no sabía cómo reaccionar. Hasta el juez me decía que diga que la vi con esa ropa”, dijo Vogel en medio de la confusión.La fiscal Picazo pidió entonces que se lo investigue por falso testimonio. Errecaborde aceptó y pidió que el joven permanezca custodiado hasta el final de la jornada. Cerca del mediodía fue “liberado”, aunque su situación, así como la del padre Carlos Chatelain, se conocerá con la sentencia.
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