POSADAS. Los cuatro detenidos por el crimen del sereno Juan Carlos Katz (37) quedaron formalmente imputados bajo la acusación de “homicidio en riña”. Aunque ese delito prevé la excarcelación, continuarán detenidos ante la existencia de riesgo procesal.Así lo resolvió el magistrado Ricardo Balor, al frente del Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, según lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN en base a sus fuentes. Pese a que la carátula permite que los cuatro imputados recuperen la libertad, las autoridades entendieron que aún no están dadas las condiciones para que obtengan ese beneficio.Balor dictó la prisión preventiva sobre Joaquín Cerdán (21), Maximiliano Delgado (21), Emilio López (24) y Asunción Da Silva (27), quienes -según entendió la Justicia- tuvieron participación en la golpiza que derivó en la posterior muerte de Katz.Los cuatro quedaron así formalmente sujetos al proceso que se sigue por el delito de “homicidio en riña”. Esto quiere decir que de la investigación realizada hasta el momento resultó imposible establecer quién dio el golpe mortal. De algún modo, se reparten las culpas entre los participantes, para que ninguno cargue con una pena comparable a la que puede recibir el autor de, por ejemplo, un homicidio simple.Mientras tanto, al cierre de esta edición efectivos de la comisaría seccional Decimoquinta continuaban con una intensa labor en busca de “Pipita”, el quinto sospechoso, quien permanece prófugo (ver “La búsqueda de…”).La investigación se inició alrededor de las 6.30 del domingo 11 de mayo, cuando otro sereno del barrio Prosol, al sur de Posadas, se topó con Katz. La víctima estaba inconsciente en la plaza del barrio, a pocos metros del camión Ford F-350 que utilizaba de día para el reparto de bebidas.Debido a su grave estado, ese compañero lo llevó en automóvil hasta su casa. Allí, los familiares de Katz decidieron trasladarlo de manera urgente al Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga. Quedó internado en terapia intensiva y agonizó hasta su muerte, en la madrugada del viernes 16 de mayo.Enterados del caso, efectivos de la comisaría Decimoquinta, de Investigaciones y de la Unidad Regional X iniciaron una investigación y procedieron a la detención de los tres primeros sospechosos.No obstante, el trabajo policial se extendió varios días más, ante la confirmación de que un cuarto implicado estaba prófugo. El miércoles 21 de mayo ese joven finalmente fue detenido en el barrio Evita de Posadas. Fue ese sospechoso quien declaró posteriormente ante Balor y dijo que la gresca se había iniciado cuando Katz lo abordó para cobrarle una deuda, ya que el sereno le vendía droga, siempre al decir de sus palabras. Aseguró que la víctima lo golpeó y que entonces sus compañeros reaccionaron y salieron en su defensa. Las autoridades suponen que en ese momento comenzaron a golpearlo, Katz cayó y los acusados lo dejaron al borde de la muerte a las patadas. La búsqueda de “Pipita”El último sospechoso en ser detenido fue Da Silva, quien permanecía escondido en el barrio Evita, en el sector sur del Gran Posadas, como informó este diario en su momento. Sin embargo, el trabajo de los detectives aún no terminó. Es que la Justicia mantiene la orden de captura emitida sobre “Pipita”, otro joven de la zona que también habría participado en la golpiza que derivó en el crimen de Katz.Los últimos datos obtenidos por los investigadores de la comisaría Decimoquinta y de la Unidad Regional X ubicaron al prófugo en una localidad del norte correntino, no muy lejos de la capital provincial. Sin embargo, hasta anoche había sido imposible dar con él.
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