BUENOS AIRES (NA). El Senado aguarda una definición del Gobierno en torno a la continuidad de Beatriz Rojkés de Alperovich como presidenta provisional, mientras crecen las resistencias en la oposición y el oficialismo al santiagueño Gerardo Zamora, que había sido mencionado para reemplazarla.El último viernes, Rojkés de Alperovich aseguró que “por ahora” ella continúa en el cargo, aunque fuentes del bloque oficialista consultadas por Noticias Argentinas aseguraron que hasta el momento no hubo ninguna instrucción de la presidenta Cristina Kirchner sobre este tema.Mientras tanto, y a pocos días de la sesión preparatoria del Senado que se realizará el 28 de febrero, se mantiene en la lista de posibles reemplazos el nombre de Zamora, ex gobernador de Santiago del Estero que fue expulsado de la Unión Cívica Radical (UCR) cuando se integró al grupo de los llamados “radicales K”.El radicalismo no olvida aquel hecho y por ello diversas fuentes del bloque de senadores de la UCR anticiparon a NA que si Zamora es propuesto para ese cargo -segundo peldaño en la línea de sucesión presidencial- votarán en contra, por considerar que se trataría de una “provocación” a su partido.A este obstáculo se suma que en el bloque del Frente para la Victoria también hay varios senadores que se muestran reticentes a votar al santiagueño para la presidencia provisional del Senado.“¿Otra vez un radical?”, murmuraron algunos de los senadores oficialistas cuando trascendió el nombre de Zamora, mientras recordaban la experiencia fallida que tuvieron con Julio Cobos como Vicepresidente en 2008, cuando volteó el aumento de las retenciones agropecuarias que impulsó el Gobierno.En este sentido, las fuentes del bloque del Frente para la Victoria consultadas por NA deslizaron que si la orden de la Presidenta a sus senadores es proponer a Zamora como presidente provisional, la votación sería muy dividida.Y es que, a pesar de que el Presidente de la Nación siempre tiene la última palabra a la hora de definir el nombre para ese cargo, el nombramiento definitivo depende de la aprobación del pleno del Senado por mayoría simple, aunque la votación de esa y del resto de las autoridades de la Cámara alta siempre alcanza un número muy cercano a la unanimidad.Con el radicalismo en contra y algunos senadores oficialistas en desacuerdo, esta votación podría ser muy distinta a las anteriores si Zamora resulta ser el elegido de la Presidenta y, si bien podría ser aprobado a pesar de las resistencias, una votación dividida dejaría un clima tenso en el Senado, afirman los conocedores de la Cámara alta.





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