Con el cierre del año y una agenda cargada de despedidas, reuniones y eventos, el movimiento en torno a la comida se multiplica. Y con él, también aumenta la necesidad de garantizar que lo que se elabora, se vende o se sirve sea seguro. En ese marco, Ariel Borsini, director de Seguridad e Higiene Alimentaria de la Municipalidad de Posadas, contó a FM 89.3 Santa María de las Misiones que la dependencia atraviesa “mucho trabajo” por estos días y detalló cómo se organizan los controles y las capacitaciones vinculadas a la manipulación de alimentos.
Borsini explicó que la Dirección se divide en dos grandes ejes. Por un lado, está el área de fiscalización, que abarca comercios, industrias, PyMEs, eventos, emprendedores y también a quienes trabajan en la vía pública. Allí se realizan tareas de autorización, habilitación y verificación del funcionamiento, con foco en seguridad alimentaria y buenas prácticas de manufactura. Por el otro, funciona un área específica de capacitación que se ocupa de dictar los cursos de manipulación de alimentos y de emitir el carnet de manipulador, un documento de alcance nacional. A eso se suman capacitaciones puntuales para distintos rubros que trabajan o comercializan alimentos.
En ese contexto, el director remarcó que en el último tiempo creció la cantidad de personas que se acercan a realizar los cursos. Según dijo, se trata de una demanda alta porque es una exigencia obligatoria: lo comparó con tener el DNI o el carnet de conducir, ya que -en su explicación- sin ese “aval” no se puede realizar la actividad. En la misma línea, subrayó que para manipular alimentos es necesario contar con conocimientos básicos de higiene y seguridad.
Respecto del volumen de trabajo y la capacidad para fiscalizar en temporada alta, Borsini señaló que cuentan con un equipo que gestiona cursos y carnés, pero además sostienen convenios con instituciones educativas que también dictan estas capacitaciones. Mencionó, entre otras, a la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNaM, el ISET, el colegio Martín de Moussy, y agregó que recientemente firmaron convenio con el IGA y con el Colegio de Nutricionistas, instituciones avaladas para el dictado.
Al hablar de los servicios de catering -muy demandados en fiestas de egresados y celebraciones de fin de año- Borsini sostuvo que, al momento de contratar, es fundamental tener en cuenta la ordenanza y corroborar que estén habilitados. Explicó que deben haber pasado por la Dirección de Comercio de Habilitaciones y que, además, su área cuenta con un registro propio de empresas habilitadas: una de las tareas finales del circuito de habilitación, dijo, es realizar la verificación del correcto funcionamiento.
También detalló que el sistema contempla categorías A, B o C, y explicó la diferencia: una refiere a la capacidad de elaborar; otra, a la posibilidad de trasladar equipamiento; y otra, a prestar únicamente el servicio en el lugar donde se elaborará el alimento, por ejemplo, un club o el espacio del evento.
En cuanto a los controles sanitarios, afirmó que trabajan de manera conjunta con la Dirección de Bromatología, a la que definió como una “dirección hermana”, para asegurar el control y la verificación del buen funcionamiento. Consultado sobre si detectaron anomalías en el último tiempo, respondió que siempre hay cuestiones a tener en cuenta y que se realizan intervenciones propias de la labor, además de aplicar penalidades cuando corresponde. En esa parte, remarcó la relevancia del tema: cuando se habla de comida, dijo, se está hablando de salud.
Otro punto que apareció en la charla fue el crecimiento de los carritos y ventas ambulantes. Borsini indicó que la Dirección tiene un registro de vendedores y expendedores en la vía pública, dentro del cual están también los carritos hamburgueseros y demás. Contó que deben iniciar una autorización, pasan por las oficinas del área, reciben visitas y recomendaciones para el correcto funcionamiento y quedan registrados. Aclaró, además, que el trabajo se hace en conjunto con otras direcciones municipales.
Sobre quienes ofrecen catering sin habilitación, por ejemplo a través de redes sociales, Borsini indicó que la invitación desde el área es que se acerquen, se asesoren, conozcan la ordenanza y regularicen su situación para poder vender de la mejor manera. En esa misma línea, reforzó la recomendación para los vecinos: que, al momento de elegir, no se priorice solo el precio y se tenga presente la cuestión sanitaria.
De cara al año próximo, el director planteó como horizonte “seguir creciendo” en auditorías, controles y fiscalizaciones, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria en la ciudad. Y al hacer un balance del período, sostuvo que siempre hay cuestiones por mejorar, pero lo definió como “bastante positivo” y destacó el apoyo de las autoridades para la labor diaria.
Finalmente, explicó que quienes quieran consultar el registro de empresas de catering habilitadas pueden acercarse al segundo piso del edificio central, a la Dirección de Seguridad e Higiene Alimentaria. También señaló que la información está disponible en la página de la Municipalidad y en las redes de las distintas direcciones. En particular, mencionó a la Dirección General de Control Alimentario y Fiscalización Urbana, que es el ámbito que abarca a su Dirección.




