En el marco del reciente reordenamiento del gabinete del gobernador Hugo Passalacqua, que incluyó la creación de áreas estratégicas para reforzar la gestión productiva, Ricardo Maciel asumirá como Subsecretario de la Yerba Mate, un cargo clave en un contexto de fuerte tensión en la actividad. Con experiencia como expresidente del IFAI y actual representante de Misiones en el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Maciel dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones y trazó un diagnóstico amplio sobre la crisis que atraviesa el sector.
Reconoció que asume la nueva función en un escenario “muy complicado”, pero sostuvo que el objetivo es acompañar al ministro del Agro y abrir un nuevo espacio de gestión para intentar contrarrestar la situación actual. En ese sentido, remarcó que su rol apunta a reforzar la articulación entre la Provincia, los productores y los organismos nacionales vinculados a la actividad.
Uno de los ejes centrales de la charla fue la reciente designación del presidente del INYM, una medida que, según Maciel, era reclamada desde hace tiempo. Explicó que la ausencia del representante nacional generaba un vacío casi legal, ya que ese cargo tiene la investidura de la presidencia del organismo. Con la designación de Rodrigo Correa, expresó expectativas de lograr una relación más fluida con Nación, algo que -según señaló- no ocurrió en los últimos dos años.
En ese punto, defendió el rol del INYM y subrayó que no es un organismo estatal, sino un ente donde el sector privado tiene mayoría, y cuyo funcionamiento no atenta contra la libertad ni el crecimiento de la industria. Por el contrario, explicó que allí se construyen acuerdos que benefician a todos los eslabones de la cadena, y advirtió que la pérdida de herramientas regulatorias, especialmente la fijación de precios, golpea con mayor fuerza a los pequeños productores.
El nuevo subsecretario fue enfático al señalar que la crisis actual no es del negocio yerbatero, sino de la distribución de la ganancia. Detalló que, pese a un consumo interno estancado, el mercado muestra signos de recuperación y que el mercado externo atraviesa un momento récord, con alto potencial de crecimiento. Sin embargo, advirtió que ese buen desempeño no se traduce en mejores pagos para la materia prima.
Maciel explicó que, en el esquema actual, el libre mercado favorece al sector industrial, mientras que el productor tiene una libertad “entre comillas”, ya que enfrenta costos fijos ineludibles como el jornal del trabajador rural y el combustible, que se encarecen constantemente. En ese contexto, alertó que los precios que hoy se pagan por la hoja verde están casi a la mitad del costo de producción, un escenario que consideró insustentable en el corto y mediano plazo.
También fue crítico con la decisión del Gobierno nacional de desregular el INYM, al considerar que el presidente Milei estuvo “mal asesorado” y que, sin un interlocutor claro, no llega a conocerse la realidad del sector productivo, especialmente en Misiones. Además, recordó que una experiencia similar durante los años 90 derivó en un fuerte proceso de concentración, y que recién con la creación del INYM, mediante consenso, se logró una recuperación de la actividad.
Para el funcionario, el Instituto sigue siendo una herramienta clave porque funciona como una mesa que equilibra la fuerza de negociación del pequeño productor, que individualmente tiene escaso poder frente a su comprador. Por eso, planteó como necesaria la fijación de un precio referencial mínimo, a partir del cual se dé la competencia.
En cuanto al escenario político y social, señaló que la discusión actual debe evitar enfrentamientos entre productores, y concentrarse en construir consensos sobre los mecanismos para corregir la situación, y aseguró que esa es una línea de trabajo compartida con el gobernador y el ministro del Agro, y que el objetivo es recuperar las facultades del INYM o, en su defecto, analizar alternativas que suplan ese rol.
En cuanto a la relación con Corrientes –provincia con la que existen diferencias estructurales en el modelo de desarrollo yerbatero, dado que mientras Misiones apuesta a una actividad en manos de miles de productores, con secaderos y molinos dispersos, Corrientes presenta un esquema de mayor concentración e integración vertical, donde pocas industrias concentran gran parte del envasado- recordó los conflictos judiciales que se generaron cuando se intentó limitar las plantaciones anuales para evitar sobreoferta.
No obstante, señaló que actualmente existe diálogo con los representantes correntinos en el INYM y que la búsqueda de consensos es necesaria, ya que la competencia a la baja en el precio de la materia prima terminará afectando también al sector industrial. “Cuando un eslabón entra en riesgo, afecta a toda la cadena”, resumió.
Finalmente, sostuvo que el desafío será trabajar de manera conjunta y gradual, convencido de que solo así el sector yerbatero podrá salir de la crisis y recuperar condiciones de mayor equidad para todos sus actores.




