En el primer semestre de 2025, las provincias argentinas reflejan un panorama fiscal dividido. El gasto público, aunque limitado en términos nacionales, sigue en ascenso en varias provincias, afectando su capacidad de generar superávits. Misiones, sin embargo, logró sostener un saldo positivo, diferenciándose de otras jurisdicciones del NEA y del país, que entraron en déficit.
Según los últimos datos del IERAL, la disminución del superávit primario provincial alcanzó un 79% en comparación con el mismo período de 2024. Este fenómeno se explica principalmente por un aumento del 14% en el gasto provincial entre 2024 y 2025, a diferencia de la caída del 27% en el gasto nacional durante el mismo período.
El ajuste fiscal que se lleva a cabo en el país, bajo la figura de la “motosierra” del Gobierno nacional, no ha tenido el mismo impacto en las provincias, donde se siguen incrementando los erogaciones en ciertos casos, pese a las restricciones que el Gobierno intenta imponer.
De hecho, nueve provincias registraron déficit financiero en el primer semestre de 2025, una cifra alarmante, considerando que en el mismo período de 2024 ninguna de ellas había cerrado con números rojos.
Entre las provincias deficitarias se destacan Tierra del Fuego, Chaco y Buenos Aires, con déficits que alcanzan hasta el 8%, 7% y 5,4% del gasto total, respectivamente. En contraste, Misiones presentó un superávit fiscal, logrando una gestión más equilibrada y manteniendo el control sobre su gasto, lo que la posiciona favorablemente en la región.
En comparación con otras provincias del NEA, como Chaco y Corrientes, que también tuvieron déficits fiscales, Misiones destaca por su disciplina fiscal, que le permitió sortear mejor los efectos de la crisis económica nacional.
A pesar de los aumentos de erogaciones que se dieron en la provincia, estos no llegaron a comprometer la estabilidad financiera de la administración provincial. Una de las claves de esta diferencia se encuentra en el manejo de los recursos y en las políticas fiscales adoptadas en Misiones.
Según el informe, la provincia logró mantener el control sobre el gasto corriente y, a pesar de una disminución en el gasto de capital, supo balancear su presupuesto, lo que le permitió obtener un superávit que, en el contexto actual, es una rareza entre las provincias argentinas.
El informe también destaca que, a nivel nacional, la caída de ingresos fiscales en muchas provincias se debe a la contracción de la economía y a la caída en las transferencias discrecionales de la Nación. Sin embargo, algunas provincias como Neuquén y Chubut aumentaron sus erogaciones, lo que en parte contribuyó a la acumulación de déficit en el primer semestre de 2025.
Por su parte, el gasto en personal también ha sido un factor que ha impactado a las provincias con déficit. A diferencia de Misiones, que redujo el gasto en personal en un 17,5%, otras provincias como Neuquén y Santiago del Estero, que han incrementado este gasto, han mostrado una dinámica fiscal menos controlada.
Así, el panorama fiscal de las provincias en 2025 refleja un contraste claro entre aquellas que han sostenido un equilibrio, como Misiones, y las que, por el contrario, han caído en un escenario de déficit, impulsado por la continua expansión del gasto público.
Las provincias del NEA, como Misiones, deben estar atentas a las políticas fiscales nacionales, ya que el sostenimiento del superávit será clave para enfrentar los desafíos económicos que se avecinan, especialmente si las transferencias nacionales no se alinean con las necesidades locales.


















