En los últimos días se hizo público el borrador de un proyecto de “libertad educativa” de las entrañas del Poder Ejecutivo nacional, que buscaría derogar la Ley Nacional de Educación Nº 26.206, que rige para los niveles inicial, primario y secundario en Argentina.
El proyecto de “Ley de Libertad Educativa”, en el primer capítulo define a la “libertad educativa” como libertad de cada persona de enseñar y de aprender “conforme a sus propias convicciones”. Se trata de una reforma integral que modificaría la estructura tradicional del sistema educativo argentino, dando más lugar a la familia, entendida como “agente natural y primario de la educación de los hijos”, por sobre el Estado.
Entre otras definiciones, el proyecto habilita la educación en el hogar (el “home schooling”) como una de las “formas alternativas de enseñanza”, junto con la educación híbrida (que combina instancias presenciales y virtuales) y a distancia, sin establecer una edad mínima. Para la educación en casa, los estudiantes podrán acreditar sus aprendizajes “mediante exámenes periódicos”.
También autoriza a las provincias a ofrecer “enseñanza religiosa confesional” en las escuelas públicas de manera optativa y fuera del horario escolar. Y permite, junto con los planes de estudio “comunes” –los que se elaboran en los ministerios– la posibilidad de planes de estudio “propios”, diseñados por cada escuela. Además, declara la “esencialidad” de la educación básica –es decir que, ante cualquier medida de fuerza, deberá garantizarse la “continuidad mínima del servicio educativo”–.

Estratificación + segmentación = desfinanciamiento y desigualdad
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Flavio Buccino, maestro especialista en gestión educativa explicó por qué la propuesta de reemplazar el financiamiento estatal directo por un sistema de vouchers generaría desigualdad, segmentación y competencia entre instituciones. Además, pidió evitar “cambiar la filosofía central de la escuela pública” bajo la excusa de modernizarla. Aunque reconoció que algunas herramientas del proyecto podrían debatirse e incorporarse.
El educador recordó que la génesis del sistema educativo nacional es basó en la responsabilidad indelegable de ofertar educación a los habitantes de este país, un sistema que tiene más de 150 años. Esa concepción -sostuvo- no es nueva ni ideológica, sino histórica: desde Sarmiento, Roca y Avellaneda, el diseño del sistema se basó en un Estado activo, responsable de garantizar escuelas, pagar salarios, formar docentes y sostener vacantes para todos los chicos. Con este proyecto “nunca vimos algo así en la Argentina”, apuntó.
Qué propone el proyecto: un cambio de paradigma
Según explicó Buccino, la llamada “ley de libertad educativa” plantea algo totalmente distinto: “Este proyecto piensa que la sociedad se organiza en términos educativos y que el Estado, a lo sumo, tiene que garantizar recursos”.
En lugar de financiar a las escuelas, el sistema transferiría fondos directamente a las familias a través de vouchers o “vales”, para que cada una pueda elegir dónde escolarizar a sus hijos.
A primera vista, suena atractivo, dijo porque “tenemos más libertad, llevamos a nuestros hijos a donde queremos”, reconoció. Pero ‘hecha la ley, hecha la trampa’. Inmediatamente advirtió la consecuencia estructural: “Lo que estamos creando es un mercado educativo, donde las escuelas van a competir entre sí para obtener clientes… porque si no, no tienen forma de financiamiento”. Las escuelas públicas, remarcó, estarían en clara desventaja porque no podrían cobrar cuotas adicionales.
En este marco, advirtió que la adopción de un modelo basado en vouchers puede generar una élite educativa y múltiples niveles de calidad, algo incompatible con la función igualadora de la escuela pública.
La experiencia de Chile: un espejo que preocupa
Para ilustrar los efectos de un sistema similar, el especialista citó el caso chileno, implementado durante la dictadura de Pinochet en los años 80 y 90. “No lo dice un grupo alocado que anda dando vueltas o los gremios, lo dice la OCDE… Se estratificó el sistema educativo más de lo que hoy tenemos”.
Aunque reconoció que en Argentina ya existe desigualdad, sostuvo que en Chile el modelo profundizó la segmentación: “Se consolidó una estratificación social desde el punto de vista de la escuela… La escuela no puede ofrecer estratificación. La escuela tiene que ofrecer igualdad”, resaltó. Y sumó que hasta el día de hoy Chile sigue trabajando para cambiar las consecuencias del modelo.
Asimismo, el especialista insistió en que el debate no debe reducirse a “cuatro o cinco modificaciones técnicas”, sino a la esencia del sistema escolar argentino: “No nos estemos dando cuenta de que estamos cambiando la filosofía, el centro, el eje central de la escuela pública. Ahí estamos en un error”, criticó Buccino.
Qué aspectos del proyecto sí podrían discutirse
A pesar de las críticas, el entrevistado reconoció que algunas propuestas incluidas en el proyecto podrían evaluarse y aplicarse incluso bajo la ley vigente:
- Examen final de secundaria: “Es una muy buena herramienta. Brasil tiene un modelo similar y lo utiliza bien”.
- Mayor participación de las familias: Consideró positivo que las familias intervengan más en la vida escolar, aunque puso un límite claro: “No estaría de acuerdo con que los padres puedan designar o remover a un director”. Para él, los directores deben acceder por concurso y con proyectos evaluables, “con proyectos para la escuela específica que quiere el director dirigir, que sea un proyecto que pueda ser evaluado, que tenga cuatro o cinco años para desarrollarlo, que demuestre que puede mejorar la calidad de lo que se aprende y se enseña”.
- Autonomía escolar: Respaldó la idea de otorgar más autonomía a las escuelas, pero puso condiciones: “Tienen que conservar un núcleo duro, importante, fuerte, de igualdad en lo que están enseñando”. En cambio, alertó sobre la posibilidad de que cada institución diseñe programas totalmente distintos, con más horas o propuestas particulares, para competir en el “mercado” educativo: “Es una manera de diferenciación y también marketinera para obtener clientes… los alumnos y los recursos”.
Aquí el borrador completo 👇
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