El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres y una preocupación permanente en materia de salud pública: en el país, se diagnostican unos 22.000 casos al año, mientras que en Misiones la cifra asciende a los 200 diagnósticos en el sistema público.
La detección temprana es una pieza fundamental en la estrategia de respuesta sanitaria, ya que detectar este tipo de cáncer en las etapas iniciales aumenta un 90% las posibilidades de sobrevida, además de tratamientos menos invasivos y tiempos de recuperación menores. Sin embargo, hoy hasta un 60% de los casos se detecta en etapas avanzadas.
Marcela Kober, directora del Instituto Misionero del Cáncer (IMC), dialogó con PRIMERA EDICIÓN sobre la prevalencia de este tipo de cáncer en la provincia y de las dificultades para calcular sus niveles precisos de incidencia, ya que no hay registros unificados entre salud pública y privada.
Cáncer de mama e incidencia
Los registros del IMC marcan que cada año la cifra de casos de cáncer de mama detectados ronda los 200 diagnósticos, ubicándolo como el tumor más frecuente en la provincia, seguido por el cáncer de colon y en tercer lugar el de cuello uterino.
Al respecto, la directora del IMC mencionó un dato preocupante: hasta un 60% de esos casos detectados llegan en etapas localmente avanzadas o avanzadas, lo que significa que el tumor se extiende más allá de la mama y compromete ganglios u otras partes cercanas, como pulmones o huesos.
En el caso del cáncer de cuello uterino, la tasa de diagnóstico tardío también es alta: entre 6 y 8 de cada 10 mujeres lo detectan en etapa avanzada o localmente avanzada y no quirúrgica, tal es el caso de tumores que miden más de 4 centímetros o que comprometen estructuras cercanas al cuello del útero, donde la cirugía no es la mejor opción de tratamiento.
En este escenario, Kober mencionó que las actividades de sensibilización y prevención bajo la consigna del Mes Rosa son fundamentales para contrarrestar estas cifras, ya que contribuyen a acceder y “perder el miedo” a los controles anuales, además de incentivar otras formas de prevención, como la actividad física y una alimentación saludable.
Y aunque dio cuenta de estas cifras disponibles en el registro del IMC, Kober también señaló que en la provincia hoy no es posible calcular cifras de incidencia real, que estiman el número de casos cada 100.000 habitantes por año, debido a que no existe un registro unificado, que “implica saber qué pasa en los centros públicos y en los centros privados”, explicó.
A nivel sanitario, mantener registros de este tipo es importante no solamente por motivos estadísticos, sino también para actuar en territorio y readecuar estrategias de abordaje de manera más efectiva.





