El índice oficial de inflación para agosto marcó un 1,9 por ciento y, según la mirada de los comercios de cercanía, esa cifra se acerca bastante a lo que ocurrió en góndolas y mostradores de la capital provincial. Nelson Lukowski, comerciante de Posadas, explicó que no hubo movimientos bruscos en la mayoría de los productos y que incluso se registraron bajas en rubros sensibles para la mesa familiar.
Al ser consultado en FM de las Misiones, sostuvo que “no todos los meses las empresas aumentan los precios” y que algunas veces lo hacen de manera bimestral. Explicó que en este caso se combinaron subas leves con descensos que terminaron arrojando el promedio que se informó. En ese sentido, detalló que ningún artículo superó el dos por ciento de incremento y recordó que hubo “un pequeño aumento en el aceite, en algunos lácteos y en la harina, pero ninguno superó el dos por ciento”.
Uno de los puntos centrales estuvo en la carne aviar. El comerciante confirmó que en la última semana de agosto se registró una reducción cercana al quince por ciento, lo que llevó a que muchos consumidores volvieran a elegir pollo en lugar de cerdo. Para Lukowski, la explicación es clara. “Cuando hay poca producción, un pollo tiene un proceso de cuarenta y cinco días, entonces se fueron acomodando y obviamente la producción está a pleno. Habiendo un precio alto y la demanda del público no le satisface, tienen que bajar el precio”.
El empresario comentó que el consumo se había desplomado en julio, especialmente en los últimos diez días de ese mes, mientras que en agosto se observó una recuperación hacia el cierre. Esta mejora parcial habría incidido en que algunas compañías no aplicaran cambios en sus listas. Sin embargo, advirtió que hasta los primeros días de septiembre no habían llegado nuevas referencias de precios, algo que tradicionalmente ocurre en la primera semana.
Al ser consultado sobre los motivos de esa demora, sostuvo que la causa está en el estancamiento de las ventas. De todos modos, señaló que empresas de limpieza anticiparon que si el dólar sigue subiendo se verán obligadas a modificar sus listas, ya que trabajan con insumos importados.
Otro comportamiento que describió Lukowski tiene que ver con el bolsillo de los consumidores. Dijo que muchos optaron por usar efectivo debido a los recargos que aplican las billeteras virtuales. “En muchos de los casos están cobrando un recargo, por justamente lo que cobran las billeteras virtuales”, remarcó. En cuanto a las tarjetas de crédito, las comparó con “la libreta del almacenero”, ya que los clientes realizan la compra y luego disponen de treinta días para pagarla.
El comerciante también habló sobre estrategias comerciales en este contexto. Explicó que los supermercados de barrio comenzaron a aplicar promociones habituales en escenarios de baja inflación. Se trata de descuentos por bulto cerrado y ofertas mayoristas para quienes tienen posibilidad de comprar en cantidad. “Son todas ofertas que hoy se están haciendo y es para atraer al cliente”, resumió.
Por último, adelantó que en su negocio lanzaron promociones dirigidas a jubilados y clubes de abuelos, con rebajas especiales al momento de cobrar los haberes. “Estamos implementando con los clubes de abuelos y centros de jubilados la compra del mes con una promoción de descuento”, contó.






