Se están llevando a cabo los Juegos Universitarios Misioneros (JUMI) 2025, organizados por la Universidad Nacional de Misiones (UnaM), con una participación que supera los 2.500 estudiantes, docentes y no docentes.
Las competencias se desarrollan en las sedes de Posadas, Oberá y Eldorado, y buscan fomentar el deporte, el encuentro y la integración en la comunidad universitaria. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Fernando Boede, director de Deportes de la UNaM, celebró la masiva participación y valoró la decisión institucional de sostener este evento a pesar de la crisis presupuestaria que atraviesa el país.
“Como en años anteriores, la universidad tomó la política de distribuir los juegos en toda la provincia, en tres regionales de la UNaM. Arrancamos el martes en Posadas con handball, ajedrez y futsal, en ambas ramas, y la participación fue muy buena”, destacó Boede.
El cronograma continúa el 25, 26 y 27 del corriente en la localidad de Oberá y los primeros días de octubre se trasladará a Eldorado, donde se disputarán el resto de las disciplinas.
Más allá del resultado deportivo, Boede subrayó “año tras año va creciendo la participación, y también se suma personal docente y no docente. Eso lo convierte en un espacio de encuentro muy valioso”.
Relató incluso que, para muchos estudiantes misioneros, los JUMI representan su primera oportunidad de conocer otras ciudades de la provincia. “Hay estudiantes de Posadas que no conocían Eldorado o Oberá, y viceversa. Compartir dos noches en otra sede, recorrerla, conocer a otros compañeros, genera vínculos, intercambio de ideas, y también momentos culturales como la peña que realizamos el martes”, indicó.
La crisis y su impacto
Boede también fue sincero al hablar de las dificultades que enfrentan para sostener el evento en el contexto actual. “La crisis nos afecta muchísimo. A nivel nacional, los Juegos Universitarios Argentinos no se pudieron hacer por segundo año consecutivo. Y a nivel local, el año pasado los JUMI se hicieron en formato reducido, con recursos muy limitados”, explicó.
En ese marco, destacó que “gracias a una decisión política firme de la rectora y el vicerrector de la UNaM, los juegos volvieron a organizarse como corresponde”.
También compartió una situación que refleja la dureza de la crisis económica: “Este año, casi 50 estudiantes del interior se quedaron en Posadas a pasar las fiestas porque no tenían cómo volver a sus casas. Es una realidad que duele”.
Los JUMI es una competencia deportiva, pero también se convirtió en un espacio para compartir intereses en común y con un valor social incalculable en un contexto muy complicado para el estudiantado misionero.




