
El lunes 7 de julio de 2014, el argentino Alfredo Di Stéfano, leyenda del fútbol albiceleste y del Real Madrid, fallecía en la capital española, tres días después de cumplir los 88 años ydos después de sufrir un paro cardiorrespiratorio que lo dejó en coma.
Conocido como “la Saeta Rubia” y considerado como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, liderando al equipo “merengue” en la conquista de nada menos que cinco Copas de Europa consecutivas en la década de 1950, había sufrido un infarto el sábado 5 de julio, durante una comida familiar en un restaurante cerca del estadio Santiago Bernabéu, del cual no pudo recuperarse.
Di Stéfano es para muchos uno de los integrantes del podio de los mejores de la historia del fútbol, aunque jamás pudo disputar una Copa del Mundo: la migración a Millonarios de Bogotá (Colombia) por una huelga masiva de futbolistas en Argentina lo alejó del radar y, para cuando empezó a triunfar en el Real Madrid, la Albiceleste ya lo había perdido: eligió la Selección española, que no clasificó en 1958 y en 1962 no pudo contar con él por lesión.
La única oportunidad (perdida) con Argentina había sido el Mundial de Brasil 1950, pero Juan Domingo Perón decidió no mandar equipo a esa cita por cuestiones de celos políticos.
Trayectoria de Di Stéfano
El apodo de “La Saeta Rubia” se la puso el periodista Roberto Neuberger cuando éste todavía integraba las filas de River Plate, debido al color de su cabello, su velocidad y la precisión en su juego.
Oriundo del barrio porteño de Barracas, donde nació el 4 de julio de 1926, Di Stéfano debutó en el club de Núñez en pleno apogeo de “La Máquina”, en 1945, y después -luego de militar en Huracán– tuvo su segundo período y título en el club en 1947.
De allí emigró a Colombia, tras la huelga de jugadores profesionales argentinos, para actuar en el Millonarios de Bogotá, donde se destacó de 1949 a 1953 y ganó cuatro cetros.
Pero su magia y mayor esplendor se vio en el Real Madrid. Allí revolucionó la esencia del club y lo guio a la cúspide del fútbol mundial y con el que consiguió el récord de cinco Copas de Campeones de Europa de manera consecutiva. Además, con el “Merengue” se llevó la Intercontinental de 1960, ocho ligas españolas y una Copa del Generalísimo, la de 1962.

Por esta razón, era Presidente Honorario del club, además de un referente y ejemplo de jugadores y directivos.
Tras despedirse del Real Madrid, en 1964, pasó al Espanyol de Barcelona, en el que se mantuvo por dos temporadas, logrando 14 goles en 60 cotejos.
En total llegó en el fútbol español a los 227 goles en 329 partidos.
Goleador nato, fue cinco veces “Pichichi” en España, en Sudamérica fue “rompe redes” en las temporadas de 1947 y 1951, y fue condecorado por la FIFA como el mejor jugador del Mundo (Balón de Oro) de los años 1957 y 1959.
Con el seleccionado argentino, Di Stéfano jugó sólo 6 partidos, debutando en el estadio George Capwell de Ecuador, donde se disputó el Campeonato Sudamericano de 1947, en el que se coronó campeón.
En 1956 Di Stéfano se nacionalizó ciudadano español y el 30 de enero de 1957 jugó su primer partido con la “Roja”, enfrentándose a Holanda, partido en el que España venció por 5-1 con tres goles de Di Stéfano.
Con España disputó 31 partidos y se convirtió en el máximo goleador de la historia hasta que Emilio Butragueño rompió ese récord en 1990.
En su carrera como técnico, Di Stéfano consiguió un Campeonato Nacional y una Copa Argentina con Boca Juniors, un Campeonato Nacional con River Plate, una Liga española y una Recopa de Europa con el Valencia y una Supercopa de España con el Real Madrid.








