Tras la presentación formal de la sede Familia Kolping “Divino Niño” de Ruiz de Montoya, los participantes del acto del domingo rindieron homenaje al padre José Adolfo Marx (SVD), quien falleció el 22 de junio de 2009 dejando en la región obras que perdurarán en el tiempo y en los corazones.
Marx nació en Alemania el 26 de agosto de 1934 e ingresó a la congregación el 1 de mayo de 1955. Hizo sus votos perpetuos como religioso misionero el 1 de mayo de 1960, y fue ordenado sacerdote el 21 de octubre de 1961. Su primer destino fue México. Trabajó en la Parroquia de Zapata, y en 1964 fue trasladado a Misiones donde comenzó su gran obra de vida.
En Puerto Rico promovió la creación de la Cooperativa Agrícola San Alberto. También realizó su misión en las parroquias de San Ignacio, Capioví y Ruiz de Montoya donde vivió hasta el día de su muerte. Todos en el pueblo recuerdan su llegada fugaz con la camioneta siempre a contra reloj para salir hacia algún destino donde era necesitado. Visitaba a los hijos de los colonos y notaba la falta de escuelas.
Es así que trajo desde Santa Fe el sistema de las Escuelas de las Familias Agrícolas (EFAs), que fue una respuesta válida de formación para tantos niños y jóvenes de las zonas rurales de la provincia. Fundó la primera en San Ignacio, y luego se fueron replicando en todo Misiones.
Es la misma obra que hoy continúa el padre Juan Leszek Wilman. Fue un defensor incansable de los pueblos aborígenes acompañándolos de cerca como el Paí junto a las hermanas Siervas del Espíritu Santo. Fue un gran propulsor de los medios de comunicación y por eso fundó en Capioví, la Radio FM “Guadalupe Internacional”, para promover la cultura y llegar a los hogares rurales.
El sacerdote Leszek Wilman recordó que a Marx “aquí en Misiones lo llamamos el Apóstol de la Solidaridad. Su vida tan fecunda y con tantas obras reconocidas por la sociedad y su mejor resumen encontramos en esta frase de uno de los diarios del momento de su partida ‘él es uno de los verdaderos ejemplos a seguir para una sociedad donde el individualismo nos consume y nos limita la capacidad solidaria’”.
A su entender, “nuestra sociedad necesita más padres Marx, más hombres con su visión”.










