La reciente presentación de un proyecto de ley para disolver el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), impulsado por la diputada nacional por Corrientes, Sofía Brambilla, generó una fuerte reacción entre productores misioneros, quienes calificaron la propuesta como un intento de vaciar al sector yerbatero y favorecer la concentración económica en manos de unos pocos.
Julio Petterson, productor yerbatero, cuestionó en duros términos el proyecto en una entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones. “Esta pobreza y este malestar económico que está viviendo el productor no es casualidad, es causalidad creada por pocos en decadencia de miles”, expresó.
La diputada Brambilla había señalado a medios nacionales que “el INYM funcionó durante más de 20 años como una estructura burocrática que ahogó al sector con regulaciones innecesarias” y propuso su disolución junto con la derogación de la Ley 25.564. Según la legisladora, el objetivo es crear un fondo provisorio con los recursos del instituto, que sería administrado por la Secretaría de Agricultura de la Nación.
Desde el sector productivo, sin embargo, las críticas apuntan a una estrategia de desguace institucional que perjudica a los pequeños productores, cooperativas y secaderos, dejándolos a merced del libre mercado y sin mecanismos de resguardo frente a los grandes actores de la cadena.
“No podemos permitir que el vecino venga y nos destruya lo que nosotros mismos creamos”, insistió Petterson, en referencia al rol histórico del INYM en la organización del sector desde los años 2000.
“Hoy vienen por nosotros, mañana van a venir por nuestras cooperativas y después por nuestras pequeñas industrias. Y van a quedar cuatro o cinco grandes, y el resto todos empobrecidos”, alertó.
Además, denunció que el escenario actual replica mecanismos ya vividos en los años 90, cuando muchos productores se vieron forzados a vender sus tierras.
“Ya empiezan a aparecer camionetas 0 km averiguando por las chacras. Para comprar hoja verde no hay plata, pero para comprar la tierra de los productores sí”, afirmó.
En cuanto a los argumentos sobre ineficiencia institucional, Petterson respondió que “el INYM nunca fue un monopolio, fue una herramienta de resguardo para los pequeños productores”.
También recordó que el instituto fue clave en la reconstrucción del tejido social y económico de zonas rurales de Misiones, permitiendo que muchos jóvenes volvieran a capacitarse y trabajar en el campo.
Petterson también apuntó contra el presidente de la Nación, Javier Milei por no nombrar aún a una nueva autoridad al frente del INYM, lo que mantiene paralizadas funciones clave del organismo como la fijación del precio de la hoja verde.
“El incumplimiento del deber público es gravísimo. Hoy el INYM no puede actuar y eso favorece a quienes quieren comprarnos por monedas”, sostuvo.
Frente al avance legislativo del proyecto -que ya fue girado a las comisiones correspondientes y cuenta con el respaldo de al menos 20 diputados nacionales–, el funcionario y dirigente yerbatero llamó a todos los representantes misioneros a dejar de lado las diferencias partidarias y defender al sector: “Les pido a todos: al del PRO, al radicalismo, al mileísta, al renovador, al oficialista y al no oficialista… Muchachos, pónganse la camiseta y vamos a pelear por nuestra gente”.
Además, aseguró que desde la provincia ya se trabaja en acciones para visibilizar el rechazo al proyecto, incluyendo pedidos de interpelación en el Congreso y el fortalecimiento del trabajo conjunto con otras economías regionales.
“Ya estamos en contacto con productores del sector vitivinícola, que también están desesperados por el impacto del libre mercado”, comentó.
Finalmente, cuestionó la narrativa que responsabiliza a los productores por el precio de la yerba mate. “Hasta el año pasado cobrábamos 380 pesos por kilo. Hoy nos pagan 250 y el paquete cuesta más. Nos bajaron a nosotros y le subieron al consumidor. ¿Quién se queda con la diferencia?”, se preguntó.
