El proyecto de marcación de peces en el río Paraná aporta datos sorprendentes a los investigadores de la fauna íctica. La información permite saber cada día un poco más sobre las principales especies de nuestros ríos y su comportamiento.
Ahora se conoció el dato de un ejemplar de dorado que había sido capturado e identificado en la reserva del Isoró, aguas abajo de Goya, el pasado 22 de abril. El 8 de mayo ese mismo ejemplar fue pescado aguas abajo de la ciudad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos. El tigre del Paraná había recorrido unos 600 kilómetros en apenas 16 días.
La migración de ese dorado sorprende porque fue aguas abajo en una temporada en la que se supone que están desplazándose en sentido contrario. Y para recorrer esa distancia en tan pocos kilómetros, tendría que haberse desplazado ininterrumpidamente a una velocidad de 1.600 metros por hora.
En marzo otro dorado había hecho una travesía similar. El ejemplar había sido identificado y marcado en el Isoró y catorce días después apareció en la zona de Funes, provincia de Santa Fe, unos 500 kilómetros aguas abajo.





