Mientras en Argentina los combustibles vuelven a subir y escalan posiciones en el ranking regional de precios en dólares, del otro lado del río, en Paraguay, los valores en los surtidores siguen en descenso. La última baja aplicada esta semana por la estatal Petropar, a la que se sumó la multinacional Shell, acentuó aún más la brecha con los precios vigentes en las estaciones de servicio de Posadas. Hoy, cargar nafta en Encarnación puede costar hasta 372 pesos menos por litro, un 30% aproximadamente.
Este nuevo capítulo en las históricas asimetrías fronterizas en la provincia de Misiones coincide con un aumento silencioso en las estaciones de servicio de YPF, que desde la madrugada de ayer actualizó sus precios entre 3 y 6 pesos por litro, luego de que el Gobierno nacional autorizara un aumento de hasta 5% en los biocombustibles. La decisión impactó directamente sobre el precio final en surtidor.
Con la suba, el litro de nafta súper en YPF Posadas se ubicó en $1.274, mientras que la Infinia trepó a $1.469. En el caso del gasoil, el Diésel 500 alcanzó los $1.289 y el Infinia Diésel se vendía a $1.472.
La dirección opuesta
En contrapartida, Paraguay avanzó en la dirección opuesta. El lunes 12 de mayo, Petropar anunció una baja general de G. 270 (guaraníes) por litro en todos sus combustibles, en el marco de un paquete de medidas para “cuidar el bolsillo de la gente” durante el mes de la independencia. La petrolera Shell también se sumó a la medida. Así, los nuevos precios quedaron de la siguiente manera:
- Nafta Kape 88: G. 5.860
- Nafta Oikote 93: G. 6.360
- Nafta Aratiri 97: G. 7.710
- Diésel Porã (común): G. 6.920
- Diésel Mbarete (premium): G. 8.720
A un tipo de cambio estimado de G. 6,5 por peso argentino, los precios en Encarnación en pesos argentinos quedan aproximadamente así: Nafta Súper: $902; Nafta Premium: $1.186; Gasoil Común: $1.064; Gasoil Premium: $1.341.
La diferencia con respecto a los valores en Posadas es más que significativa. El litro de nafta súper, por ejemplo, es $372 más barato en Paraguay. En el caso de la premium, la brecha es de $283 por litro, mientras que el gasoil común presenta una diferencia de $225. La única excepción es el diésel premium, que hoy cuesta $131 menos en Argentina, una ventaja relativa que hasta hace poco también estaba a favor del vecino país.
Esta diferencia de precios genera un incentivo directo a cruzar el puente San Roque González para llenar el tanque. Cada vez más misioneros lo están haciendo, especialmente desde que se reactivó la baja en Paraguay, pese a que aún no se nota un tránsito masivo.
La tendencia recuerda a los años 90, cuando las asimetrías hicieron florecer el comercio fronterizo a gran escala, no solo en mercadería, sino también en combustibles. Si bien algunos automovilistas consultados por medios locales de Itapúa mencionan que la calidad de la nafta argentina suele ser superior, el ahorro de hasta $2.000 por cada carga de 50 litros empieza a pesar más en el bolsillo que las diferencias técnicas de octanaje. En un contexto de inflación persistente, recesión económica y sueldos bajos, los pequeños gestos de consumo se vuelven decisiones estratégicas.
Suba silenciosa en Argentina
El aumento de precios en YPF esta semana se dio sin comunicado oficial y de manera discreta. Según pudo averiguarse, fue impulsado por el reciente ajuste del precio del bioetanol y el biodiésel, dispuestos por la Secretaría de Energía mediante las resoluciones 195 y 196/2025.
Estas normativas autorizaron una suba de hasta el 5% para los biocombustibles utilizados en la mezcla obligatoria con las naftas y el gasoil.
El precio mínimo del biodiésel se fijó en $1.251.837 por tonelada, mientras que el bioetanol de caña trepó a $788,18 por litro, y el de maíz a $722,39.
Estos incrementos, aunque moderados, generan presión sobre las petroleras, que terminan trasladando esos costos a los surtidores, pese a que el Gobierno aún mantiene postergada la actualización de los impuestos a los combustibles.
Ranking regional de precios
Medido en dólares, el litro de nafta en Argentina se ubica hoy en torno a los US$1,20, lo que la coloca como el cuarto país más caro de América Latina. El ranking de precios elaborado por la consultora Economía y Energía (EyE) indica lo siguiente: Uruguay: US$1,86; Chile: US$1,28; México: US$1,24; Argentina: US$1,20; Brasil: US$1,07; Paraguay: US$0,83

En el caso del gasoil, la situación es aún más desfavorable, como se observa en el cuadro Comparativo Regional (arriba☝), Argentina lidera el ranking con US$1,26 por litro, igualando a México y por encima incluso de Uruguay (US$1,19), Brasil (US$1,07), Chile (US$0,98) y Paraguay (US$0,90).
Este encarecimiento relativo se produjo pese a que el precio internacional del crudo viene cayendo de forma sostenida.
A principios de mayo, el barril de Brent descendió por debajo de los US$70, el valor más bajo desde 2021, producto de la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China. Sin embargo, la baja del crudo aún no se traslada plenamente al consumidor argentino.
El propio presidente de YPF, Horacio Marín, reconoció recientemente que la empresa podría operar sin pérdidas incluso con un barril a US$40.
Pero aclaró que las decisiones de ajuste en los surtidores dependen de múltiples variables, entre ellas los costos internos y las políticas tributarias del Gobierno nacional.
Una postal de la frontera
En Misiones, donde más del 90% del territorio provincial limita con Brasil y Paraguay, estas asimetrías son mucho más que un dato de color. Definen patrones de consumo, afectan al comercio local y moldean hábitos cotidianos. Ir a cargar nafta al otro lado del río se convierte, para muchos, en una decisión económica inevitable.
Los antecedentes abundan: ya ocurrió con la diferencia de precios en alimentos, artículos de limpieza, vestimenta y electrónica. Ahora vuelve a verse con fuerza en los combustibles. Y si no hay un cambio de tendencia, esa brecha podría seguir creciendo.
El dato no es menor para una provincia que, además, tiene un importante tránsito internacional de vehículos particulares, transporte de cargas y turismo. La competitividad del mercado interno está cada vez más condicionada por decisiones que se toman en Buenos Aires… y también en Asunción.





