La propuesta de valor de tu emprendimiento o de tu marca personal, es la esencia de cómo te diferencias de la competencia y qué beneficios ofreces a tus clientes. Es aquello que conquista a tus consumidores y los convierte en leales clientes.
Por ejemplo, cuando vas a comprar pan, ¿a dónde vas?, ¿al supermercado o a la panadería del barrio? ¿Y por qué uno y no otro? Yo compro el pan, casi siempre en la panadería de mi barrio. Lo prefiero porque me gusta el trato cercano, la confianza que me da la calidad de sus productos, el trabajo artesanal y que el pan llega de la mañana a la noche perfectamente. Eso que me hace ir a una panadería y no al súper, es la propuesta de valor de “mi panadería”. En concreto, es que el dueño y su personal me llaman por mi nombre y yo a ellos por el suyo, y derrochan esa alegría de quienes llevan el oficio en los genes. A eso se le llama la propuesta de valor del negocio.
Panaderías hay un montón, como existen un montón de emprendedores como tú y como yo, lo que no hay son un montón de panaderías Tassi, feria SpacioMujer (que es mi marca) lo mismo que no hay un montón de emprendimientos o marcas como la tuya. Lo que quiero que entiendas es para qué sirve identificar tu propuesta de valor. Porque la tienes, de eso estoy segura, solo es cuestión de sacarla a la luz.
Por lo tanto, no pienses que eres una más, que tu emprendimiento es uno más de tantos, piensa qué te hace diferente, qué le da valor extra a tu trabajo, a lo que ofreces. Eso sí, ten en cuenta algo muy importante: “El valor no es el que tú crees que tienes, aunque sea real, sino el valor que perciben tus clientes”.
Si lo tienes, pero no lo perciben como tal propuesta de valor, es porque no lo sabes transmitir o porque no es importante para ellos, entonces, dale una vuelta y recondúcelo. Si sabes buscarlo lo encontrarás.
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Karyna González
Fundadora de Spacio Mujer
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