Esta mañana se desarrolló la décima jornada del Juicio por el caso Kiczka contó con la presencia de los jueces del Tribunal Penal Nº 1, integrado por los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Antonio Yaya (subrogante); la fiscalía representada por Martín Alejandro Rau y Antonio Vladimir Glinka; las defensas de los acusados, a cargo de los abogados Gonzalo Rafael de Paula, defensor de Germán Kiczka; y María Laura Alvarenga y Eduardo Paredes, a cargo de la defensa de Sebastián Kiczka.
Lo más destacado de la jornada de este lunes es que los imputados solicitaron ampliar sus declaraciones, sin responder preguntas, tal y como ocurrió el 1º de abril, en el marco de la segunda jornada del debate en el Palacio de Justicia de Misiones.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN mediante fuentes judiciales, ambos declararon ante el Tribunal. Esta vez, el mayor de los hermanos, Sebastián, aclaró que la notebook Lenovo, que era la computadora personal de Germán, también era usaba por él para descargar archivos MASI, tratando de desligar a su hermano y seguir con la postura de la autoincriminación.
A pesar de que la notebook fue secuestrada en el domicilio de Germán, en el segundo allanamiento de agosto de 2024, Sebastián expuso que la ocupaba en la casa de su padre Leonardo, con el consentimiento del exdiputado provincial, quien había afirmado que “siempre” iba a la casa de su papá a trabajar en esa misma computadora, según se desprende en la lectura de elevación a juicio.
Por su parte, Germán Kiczka también insistió en lo mismo: que ambas computadoras secuestradas y donde se encontró la aplicación eMule con archivos de material de abuso sexual infantil (la Lenovo y la Acer), se encontraban en la casa de sus padres, y que solamente las utilizaba cuando iba allí a trabajar, desligándose totalmente de los cargos que se le imputan.
Estas fueron las declaraciones de ambos:
Germán Kiczka:
“La solicitud que hago es respecto a las indagatorias donde declaró mi prima Melisa y mi mujer Alejandra, quería aclarar un par de cuestiones respecto a esto. El pendrive que se encontró cuando allanaron mi propiedad yo estaba convencido de que me lo plantaron, estaba seguro porque yo sabía que no tenía un pendrive en mi casa. Sin embargo, cuando se empezó a hablar de que el pendrive era Fiat, ahí lo registré porque me acordaba del pendrive que le habían regalado a mi papá cuando se compró la Fiat Fiorino. De hecho era un pendrive que yo lo había utilizado cuando estudiaba a distancia: bajaba mis apuntes, por ahí facturas, cosas de trabajo… era el pendrive para ir a imprimir a una librería o a alguna de las oficinas, porque ahí no teníamos impresora. O sea, me acordaba porque lo había usado en distintas oportunidades, pero eso fue allá por el 2015-2016″.
“Después yo ya seguí mi vida por otro lado y no supe más nada de ese pendrive, ni me acordaba del pendrive. Entonces le pregunté a mi hermano y él me dice que sí, que lo había utilizado, que sí lo había llevado a mi casa y que estaba seguro de que se lo había vuelto a llevar a su donde él vivía. Bueno, evidentemente no fue así”.
“Estamos en la en la misma celda ahora alojados, entonces le pregunté respecto a la Lenovo. Él me asegura que después de haberla utilizado, borró todos los archivos. Y yo nunca me crucé con esos archivos mientras utilizaba la computadora y él me asegura que los borró. Eso quiero que quede perfectamente registrado: él dice que lo borró y yo jamás me lo crucé en la computadora”.
“Otro punto es que se habla de una palabra indebida que aparece en un grupo de Telegram. Eso también quiero aclarar: esos grupos de Telegram de gente desconocida que suelen por ahí subir la foto de una modelo o lo que fuera -todo legal- son grupos donde yo jamás escribí, jamás pregunté, jamás participé de ninguna manera. Entonces, esta palabra indebida que haya escrito alguien, no sé quién, porque no lo conozco, no tiene ningún fundamento para ser atribuida a mí. Nunca en ninguno de los casos ni antes ni después nunca escribí, nunca respondí, nunca pregunté, nunca me involucré en esos grupos de Telegram”.
“Y por último, señor presidente, este tema del ‘show del tío Germán’. El fiscal había preguntado cuáles eran los motivos de que el show esté subido a YouTube. La cuestión es muy sencilla y tiene una explicación clara: cuando estábamos en pandemia, hablábamos con mi hermana y un día se me ocurre mandarle un truco de magia a mi sobrina Delfina, una pavada de 2 segundos, le mando y le encantó. Después me pidió más, le mandaba alguna pavada y después la mamá me dice que quería que yo le haga algún experimento, algo que le encantaba. A todo esto, aclaro que nosotros en la pandemia todos nos fuimos a la casa de mi papá, que es la más grande, entonces todos nos encerramos ahí. Cuando empecé con esto, se suma mi otro hermano, Agustín, que también quería hacerle algún experimento o algo (a su sobrina). Se suma mi papá, se suma mi mamá y se suma también Sebastián. Entonces, se transformó en una actividad que hacíamos en familia los domingos para pasar tiempo en pandemia, que no sabíamos qué hacer”.
“Yo después bajé un pequeño programa de edición y le agregaba aplausos, le agregaba risas, le agregué la entrada esa del show de Tío Germán. Y todos nos pasábamos el domingo haciendo esas payasadas que nos divertían un montón. Yo después las editaba y pasaron a ser programas de mínimo 20 minutos o media hora. Era imposible mandarlas por WhatsApp -si mal no recuerdo, y puedo estar equivocado, creo que en aquel entonces WhatsApp no permitía más de 25 MB de video- y mi cuñado, que es tipo ingeniero en sistemas me dice: ‘Escucha, subí a YouTube, me pasás el link y entonces lo vemos en la tele’. Por eso es que se hizo la página en YouTube y yo lo subía ahí todos los domingos a la a la tardecita y les pasaba el link”.
“En todo el video se nombra a tres personas: Delfina mi sobrina, Bautista mi ahijado y Cayetano el hijo de Melisa mi prima. Todo ese programa, todo ese show, era destinado a ellos y nos divertía un montón porque era una actividad que hacíamos en familia. De hecho, después mi hermana nos mandaba los videos de ellos cenando y nos mostraban cómo los chicos miraban el video y cómo se divertían y para nosotros era un placer espectacular. Mi mamá estaba fascinada”.
“Me dolió muchísimo que una actividad que habíamos hecho en familia con muchísimo amor, se haya tergiversado para mostrar una cosa tan perversa como se quiso mostrar”.
“Todavía está en YouTube. Si hubiese habido algo fuera de lugar, YouTube hace rato ya lo habría sacado. Es más, le invito a que lo miren porque los videos están buenísimos, son muy divertidos. Y vuelvo a repetir que participábamos todos, participaba mi mamá, mi papá y mis hermanos”.
Sebastián Kiczka:
“Lo primero que quiero decir es que yo realmente no sabía que ver estos videos era ilegal. Para mí eso está en internet, ahí no más, al alcance, y no vi ningún problema. Y por otro lado quiero aclarar que sí, que yo un día en lo de mi hermano estaba usando la computadora. Yo no puedo evitar ver esto donde tengo la oportunidad, miro, tomo cerveza, soy una persona ansiosa. En lo de mi hermano empecé a mirar eso en la computadora, a tomar cerveza y otros excesos que ya seguramente se sabe que consumo. Y bueno, se estiró la noche, me olvidé de la computadora, pero yo estaba convencido de que borré todo eso para no dejar rastro; me olvidé el pendrive, que yo siempre ando con uno porque uso para ir a la librería y para mis trabajos. Eso quería decir: que yo pensé que borré todo, que dejé el pendrive ahí y ya mucho más no me acuerdo“.
Próxima audiencia
La próxima audiencia de debate será pública y se realizará este martes 15 de abril a partir de las 8.30, en el Salón de Usos Múltiples del Edificio de Tribunales, ubicado en avenida Santa Catalina Nº 1735 de Posadas.