En Misiones las ventas de combustible cayeron 25,3% durante el período enero diciembre de 2024, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Energía de la Nación, publicados ayer.
Esta caída obedece a la variación que sufrieron los precios desde diciembre de 2023 en adelante, cuando el gobierno libertario desreguló el mercado, eliminó los subsidios y devaluó 112%, provocando un salto en los precios. Desde entonces, los consumidores paraguayos y brasileños dejaron de venir a cargar combustibles en Misiones debido a que ya no les resultaba beneficioso. Con los datos de diciembre, se completa un año de caídas consecutivas.
A nivel nacional
A pesar que los precios de los combustibles vienen aumentando por debajo de la inflación, el consumo no logra revertir la tendencia decreciente que comenzó hace exactamente un año.
De acuerdo a los datos de Energía de la Nación, en base a números provistos por las compañías que actúan en el mercado, las ventas de nafta y gasoil al público retrocedieron en diciembre 5,67% respecto al mismo mes del año anterior y 1,66% si se contrapone con noviembre. En lo que respecta a la demanda anual, las cifras oficiales confirman la recesión: -8,89% si se confronta 2024 con 2023.
En este comparativo, el producto de mayor retracción fue la nafta Premium, con una caída interanual del -18,76%; seguido por el gasoil tradicional, -13,13%; el diésel de menor cantidad de azufre, -6,45% y la nafta súper, -2,89%.
Por la paridad de precios, a los extranjeros ya no les resulta conveniente cruzar la frontera para abastecerse, y debido a eso las provincias que lideraron el retroceso interanual de ventas fueron Formosa con -27,17%; seguida por Misiones, -25,29%; Corrientes, -19,85% y Entre Ríos, -15,85%. El relevamiento también resalta caídas significativas en Buenos Aires -7,17%7; Catamarca -7,38; Chaco -12,11%, y CABA con -1,49%.
Los actores del sector apuntan a varios factores que contribuyeron a esta situación: la pérdida de poder adquisitivo, los costos crecientes para los consumidores y una economía que aún no logra recuperarse del todo.
A pesar de las esperanzas puestas en una estabilización de los indicadores macro, el mercado de combustibles sigue siendo uno de los más afectados por la incertidumbre y las fluctuaciones de la demanda.