La Justicia decretó la apertura de un concurso preventivo de la Cooperativa Citrícola Agroindustrial de Leandro N. Alem, mediante el cual se buscará esclarecer la deuda millonaria que superaría los $6.000 millones, determinar quiénes son los acreedores legalmente constituidos y evitar la quiebra que significaría el remate de las millonarias instalaciones.
El Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral de Alem, a cargo de la jueza Pamela Analía Barrios Caram, fue quien decretó la medida, fijando “hasta el día 5 de marzo de 2025 como fecha hasta la cual los acreedores deben presentar sus pedidos de verificación de créditos a los síndicos, Karina Alejandra Derna y Carlos Franco, domiciliado en G. Erasmie Nº 190, Oberá, Misiones, de lunes a viernes en horario de 8 a 12”.
El concurso preventivo es un procedimiento judicial que se lleva a cabo cuando una persona o empresa se encuentra en una situación de insolvencia y no puede pagar sus deudas. Este procedimiento permite al deudor reestructurar su pasivo y superar la cesación de pagos a través de un acuerdo con sus acreedores.
Se trata de una instancia solicitada por la empresa, previa a la quiebra, que brinda la oportunidad de evitarla y buscar una solución viable.
“El objetivo del concurso es evitar la quiebra de la empresa, que tiene mucho esfuerzo de los misioneros y es una de las mejores instalaciones del nordeste argentino. Eso la hace apreciada por intereses extraprovinciales. Estamos trabajando para proteger su patrimonio, cancelar todo el pasivo y realizar todas las acciones que eviten la empresa vuelva a pasar por una etapa de crisis como la vivida años atrás”, dijo a PRIMERA EDICIÓN la contadora Irene Boidi.
Explicó que “los planes a futuro son trabajar con los productores, profundizando la tarea de campo, tratando de aumentar la superficie implantada, conservar el valor genético de los plantines de la CCAM, mejorar productividad con más presencia de los técnicos, ayudar a fertilizar, fumigar, plantar, empacar fruta fresca para el mercado misionero”.
Y agregó que “esta planta tiene las mejores condiciones fitosanitarias de la provincia por eso queremos seguir avanzando en el mercado argentino, industrializar, gestionar con equilibrio financiero, reducir costos, hacer más eficientes los procesos”. Por último, Boidi dijo que no está determinado el monto de la deuda hasta que se presenten todos los acreedores. Pero podría superar los $6.000.
Otra citrícola fue la sancionada
La Cooperativa Citrícola de Alem no fue sancionada por la Nación por incumplimientos en su volúmen de producción, como se publicó ayer en este Diario, sino que se trata de Citrus de Misiones, cuya sede comercial se encuentra en Aristóbulo del Valle.
La confusión se dio porque la sancionada también tiene plantaciones de cítricos en Alem, pero no son la misma entidad.
PRIMERA EDICIÓN aclara que fue un error involuntario y no hubo ninguna intención de dañar el trabajo que se viene realizando para recuperar el equilibrio fiscal de la cooperativa de Alem.
De la crisis al salvataje
Casi todo el año 2023 y los primeros meses del 2024 fueron de constante conflictividad entre los trabajadores y la comisión directiva de la cooperativa, a raíz de una crisis económica, una caída de la producción, desmanejos de varios directivos y la imposibilidad de pagar sueldos e indemnizaciones a un grupo trabajadores que fueron despedidos.
Hubo audiencias en el Ministerio de Trabajo, negociaciones y pedidos de asistencia e intervención por parte del Gobierno de la provincia. A fines de 2023 intervino el Ministerio de Acción Cooperativa, por indicaciones de la cúpula del Gobierno, impulsando una asamblea donde se aprobaron balances, instalando una nueva comisión directiva e inyectando fondos para reactivar la producción.
A través del IMAC el Gobierno viene financiando la recuperación de la entidad, la clarificación de las cuentas y la reactivación del circuito comercial y productivo.
En octubre se realizó una nueva entrega de plantines a los productores que proveen a la Cooperativa con la intención de que se incremente la producción en los próximos años.
Deuda millonaria
La entidad tiene una deuda que supera los $6.000 millones y que proviene del desmanejo de varias gestiones anteriores.
La historia comenzó en el 2017 cuando la cooperativa tabacalera (CTM) divide la sección de cítricos y crea una nueva empresa, con la intención de acordar la provisión de jugo y stevia a Coca Cola. Se firma un convenio y la multinacional adelanta los recursos, serían cinco millones de dólares, según fuentes de la empresa, con el objetivo de asegurarse la materia prima durante varios.
Los directivos de la entidad, en aquel momento, tuvieron manejos poco claros y no cumplieron con el convenio, sumado a que luego se produjo la pandemia de coronavirus y las restricciones severas aplicadas por el Gobierno en el 2020 para evitar que se propaguen los contagios.
Lo que derivó de aquella situación es que la cooperativa quedó endeudada con productores, proveedores y otras deudas poco claras producto de un manejo irregular; además de estar comprometida en abastecer con jugo de naranja a la multinacional por varios años.
Hasta el 2023 la empresa tenía sus cámaras prendidas y llenas de jugo, generando costos pero sin poder reactivar su producción. Esto fue debido a que el convenio establecía que la multinacional tenía la opción de elegir en qué momento retirar la materia prima. Mientras tanto, debía permanecer guardada y refrigerada en óptimas condiciones.
Así las cosas, se produjo un cuello de botella donde no se podía continuar produciendo pero había deudas que afrontar y no se contaba con los recursos. Ahora el Gobierno armó un equipo de gestión que acompaña al presidente, Martín Camargo, donde participan varios ministerios, el IMAC, varios intendentes y otros organismos de la Provincia, con el objetivo de sacar a flote la administración.
La instancia de procedimiento preventivo pretende esclarecer las deudas legítimas de otras porque “aparecen personas con cheques que reclaman el pago pero no saben explicar cómo se originó esa deuda”.
Algunas versiones cercanas a la entidad recuerdan que “hubo acreedores que recibieron camiones, otros se llevaron camionetas, y hubo un reparto de cheques muy irregular donde muchos no tienen cómo justificar ese reclamo”.
Algunas versiones indican que el dinero que ingresó por convenio con la multinacional fue mal administrado y hasta una porción formó parte de una mesa de dinero que disparó un sinnúmero de deudas mal habidas.
Hoy el objetivo es evitar la quiebra y el remate, ya que la infraestructura es muy grande y muy costosa, imposible de volver a recuperar, además de la pérdida que significaría para los productores no tener más la empresa a la cual venderle la materia prima.
UATRE entre acreedores
El delegado de UATRE, Ramón Zabala, referente de los trabajadores de la citrícola que fueron despedidos en 2023, indicó que “yo no tenía ni idea de esto porque la cooperativa ha despedido a casi todos los trabajadores. Hoy tienen un plantel que no llega a 30”.
“Como está normalizado el tema de pago y todas esas cosas, no volvimos a hablar hace muchísimo tiempo”, agregó. “Yo creo que entre los acreedores van presentarse los trabajadores que iniciaron la demanda del año 2023. Seguro los abogados van a presentarse. Pero el gremio en sí seguramente va.
Nosotros como somos un gremio a nivel nacional, el abogado del gremio seguramente también está con conocimiento de eso”, remarcó.