La salud mental es un aspecto fundamental del bienestar general de cualquier persona. Sin embargo, cuando se trata de los hombres, este tema sigue estando rodeado de estigmas y barreras sociales. Los clásicos mensajes de “sé un hombre”, “sé fuerte”, “aguanta” transmiten de forma cristalina que afrontar las dificultades desde lo emocional es transgredir los ideales de masculinidad, impuestos desde la cultura o normas sociales
A una edad temprana, los hombres están expuestos a reglas que los desalientan a mostrar vulnerabilidad y aprenden a minimizar la aflicción psicológica. Mensajes como “los niños no lloran” y “sopórtalo como un hombre” reflejan normas de género más amplias. Estas normas reflejan nuestra comprensión cultural compartida sobre cómo deben comportarse los hombres en el mundo. Y, como sociedad, somos cómplices en reforzar los estereotipos que llevan a hombres y niños a creer que tienen que ser fuertes, estoicos y estar callados.
Con el tiempo, los hombres pueden tener miedo de experimentar la vulnerabilidad, en gran medida por la presión para internalizar y adoptar normas de género.
A pesar de los esfuerzos por cambiar las perspectivas culturales, la vulnerabilidad entre los hombres sigue estando ampliamente prohibida a nivel social. Es por eso que los hombres pueden sentir una gran vergüenza cuando aparecen las emociones y reconocen sentir necesidad de pedir ayuda.
Según datos recientes de la American Psychological Association (APA), son menos los hombres que buscan apoyo profesional para la salud mental en comparación con las mujeres de buscar apoyo profesional, no obstante presentan tasas más altas de suicidio, abuso de sustancias y trastornos por ansiedad y estrés.
Consejos dedicados a los hombres, pero que también aplican a personas de cualquier edad o cualquier género.
Habla sobre tus sentimientos: A muchos hombres les enseñaron desde jóvenes a no mostrar emociones. Sin embargo, hablar sobre tus sentimientos puede ser liberador. No temas expresar cómo te sientes con amigos cercanos, familiares o un profesional de la salud mental.
Encuentra actividades que te relajen: Todos necesitamos tiempo para relajarnos y despejar nuestra mente. Encuentra actividades que te traigan paz y calma, como caminar, leer, pintar o escuchar música. Dedicar tiempo a tus pasatiempos favoritos puede reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo.
Mantén conexiones sociales: Los hombres a menudo se enfocan en el trabajo y descuidan sus relaciones personales. Sin embargo, mantener conexiones sociales fuertes es crucial para la salud mental. Dedica tiempo a estar con amigos, familiares y seres queridos. Las relaciones significativas pueden brindarte apoyo emocional y alegría en la vida.
Cecilia Castillo
Lic. en Psicología
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