River y San Lorenzo se vuelven a ver las caras hoy, a partir de las 21, en el marco del partido postergado de la fecha 24 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).
Ya pasada la final de la Copa Libertadores, el Monumental está nuevamente a disposición y será el escenario para un clásico en el que el Millonario buscará asegurarse la clasificación a la Copa Libertadores 2025, mientras que el Ciclón necesita recuperarse de dos golpazos.
¿Por qué se había pospuesto el clásico? Como el estadio riverplatense estaba afectado a la definición entre Botafogo y Atlético Mineiro, los dirigentes de Núñez le solicitaron a la AFA esta posibilidad para no tener que mudar su localía, pedido que fue aceptado.
Ya sin chances de pelear por el campeonato, en River el objetivo primordial ante San Lorenzo y también para los próximos dos encuentros (Rosario Central y Racing) se centra en sumar para garantizarse su boleto al próximo certamen continental. Tercero con 66 puntos, de conseguir al menos cuatro de los nueve que quedan en juego ya tendría un pie y medio adentro.
Para eso, Marcelo Gallardo a priori sostendría a la base del equipo que viene de ganarle 2-1 a Estudiantes en la Plata, con el asterisco de que Leandro González Pirez ya purgó la fecha de sanción y está en condiciones de regresar a la zaga central en lugar de Daniel Zabala. Germán Pezzella, Marcos Acuña y Claudio Echeverri todavía no están aptos para jugar y siguen con sus recuperaciones.
Otra historia distinta es la de San Lorenzo, que milita en los puestos del fondo de la Liga Profesional (22º). El equipo de Miguel Ángel Russo entró en una meseta, perdió con Racing y Belgrano en forma consecutiva y llega al Monumental con la necesidad imperiosa de volver a ganar para no cerrar el año de capa caída.
“La situación anímica es extrema, estamos muy jodidos”, analizó crudamente Iker Muniain, quien vivirá un partido especial ya que es reconocido hincha de River y hasta incluso su nombre sonó como posible refuerzo antes de llegar al Ciclón, al perder como local con el Pirata.