En un hecho sin precedentes desde la instauración de la democracia en Corea del Sur, el presidente Yoon Suk Yeol declaró la “ley marcial de emergencia” en medio de una creciente disputa con la oposición. La medida, que implicó el cierre del Parlamento, la prohibición de actividades políticas y el control de los medios de comunicación, generó conmoción en la ciudadanía y fuertes críticas de diversos sectores políticos.
Yoon justificó su decisión en un discurso televisado, alegando la necesidad de proteger al país de “las amenazas de las fuerzas comunistas de Corea del Norte” y de “elementos antiestatales”. Sin embargo, la oposición y miembros de su propio partido calificaron la medida de “ilegal e inconstitucional”.
El líder opositor, Lee Jae-myung, criticó duramente la decisión, mientras que Han Dong-hoon, una figura prominente del partido oficialista, se sumó a las condenas, asegurando que trabajaría junto con el pueblo para detener lo que describió como un error.
Apenas horas después de la declaración, la Asamblea Nacional votó en una sesión extraordinaria para anular la medida. De los 300 legisladores, 190 respaldaron la decisión, obligando al gobierno a levantar la ley marcial.
Las calles de Seúl fueron escenario de protestas masivas frente al Parlamento, donde ciudadanos expresaron su rechazo a la imposición. Imágenes transmitidas en directo mostraron a tropas militares rodeando el edificio legislativo, helicópteros aterrizando en su tejado y policías custodiando los accesos.
La situación dejó en evidencia las divisiones políticas y sociales del país. Aunque la ley marcial ha sido revertida, la tensión persiste, con analistas señalando que el incidente podría marcar un punto de inflexión en el gobierno de Yoon Suk Yeol y el equilibrio político de Corea del Sur.
La sorprendente decisión se produce mientras el conservador Partido del Poder Popular de Yoon y el progresista Partido Democrático, principal fuerza de oposición, siguen discutiendo sobre el proyecto de presupuesto para el próximo año. La semana pasada, los diputados de la oposición aprobaron un plan presupuestario significativamente reducido a través de un comité parlamentario.
“Nuestra Asamblea Nacional se ha convertido en un refugio para delincuentes, una guarida de la dictadura legislativa que pretende paralizar los sistemas judicial y administrativo y anular nuestro orden democrático liberal”, dijo Yoon en su discurso. “A través de esta ley marcial, reconstruiré y protegeré la libre República de Corea, que está cayendo en las profundidades de la ruina nacional”, agregó, invocando el nombre formal de Corea del Sur.
Yoon -cuyo índice de aprobación ha descendido en los últimos meses– ha tenido dificultades para imponer su programa ante un Parlamento controlado por la oposición desde que asumió el cargo en 2022.
Su gobierno ha estado bloqueado en un callejón sin salida sobre el proyecto de ley de presupuestos del próximo año. La oposición también ha intentado aprobar mociones para destituir a tres altos fiscales, incluido el jefe de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl, en lo que los conservadores han calificado de venganza contra sus investigaciones penales sobre Lee, considerado favorito para las próximas elecciones presidenciales de 2027 en las encuestas de opinión.