En 2017, Argentina dio un paso importante al promulgar la Ley 27.350, que regula el uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados. La legislación buscaba proporcionar un marco legal para la investigación y el uso terapéutico de esta planta, cuyos beneficios se han comprabado en el tratamiento de ciertas enfermedades como el parkinson o la epilepcia.
Sin embargo, siete años después, su implementación sigue siendo todo un desafío. La situación se complejizó aún más en noviembre pasado cuando el Gobierno nacional modificó la normativa y aumentó las restricciones para otorgar licencias.
“Desde febrero estoy esperando la autorización para cultivar mis plantas. Obviamente, lo sigo haciendo como lo hice siempre, desde antes de que exista la ley, pero hoy en día enfrentamos situaciones muy complicadas”, explicó a 89.3 FM de las Misiones y Canal 9 Norte Misionero, Helga Knoll, referente de Misiones Cultiva, una organización de familias que elaboran y cultivan cannabis medicinal para sus hijos en la tierra colorada.
Los prejuicios sobre la planta de cannabis y la persecución judicial y policial a cultivadores y consumidores sigue estando a la orden del día. “Si un policía entra en mi casa y encuentra una planta, puedo enfrentar problemas legales(…) También vemos casos de chicos que son detenidos por fumar y les hacen pasar un mal rato. Además que genera un gasto público innecesario”, apuntó.
De acuerdo a estimaciones de Knoll, en la provincia “la mitad de los misioneros usa aceite de cannabis para uso medicinal”. Sin embargo, por el miedo o la propia estigma social, muchos deciden ocultarlo.
Por todo ello, es que desde Misiones Cultiva se encuentran trabajando en un proyecto de ley que permita a los misioneros cultivar sus propias plantas sin depender de regulaciones nacionales que describió como “llenas de trabas”. Hasta ahora, dicha propuesta encontró apertura en el Ministerio del Agro, pero aún no hay respuestas desde la cartera de Gobierno y de Salud.
“Hoy nos reunimos por convocatoria del Ministerio del Agro para trabajar en un proyecto de ley auténticamente misionero. Esto es algo que celebro porque, tras la nueva reglamentación nacional, nos encontramos con muchas trabas”, expresó la referente.
El proyecto de ley en discusión busca crear un registro de usuarios exclusivamente misionero y desarrollar tanto el cultivo personal como el cáñamo industrial.“Estamos atrasados. En Misiones, con la biodiversidad que tenemos, plantas crecen con facilidad. El cannabis industrial es el oro verde a nivel mundial, y estamos perdiendo oportunidades”, resaltó.
La entrevistada explicó que gran parte de los aceites consumidos en Misiones son elaborados de manera casera, lo que plantea riesgos debido a la falta de control de calidad. “La gente compra de manera ilegal, entre comillas, porque son aceites caseros, y no sabe si están bien o no. El autocultivo es una herramienta para evitar estas situaciones”.
Más allá del conocimiento, Knoll también habla desde el corazón debido a que vio mejorar la calidad de su hija adolescente, a quien le diagnosticaron epilepsia, gracias al aceite de cannabis.“El problema es que muchos entienden el valor del cannabis cuando sufren dolor o lo necesitan para un familiar”, remarcó.
Para diciembre se prevé un nuevo conversatorio con representantes del Ministerio de Salud, el Ministerio de Gobierno y otros sectores, buscando consenso en la redacción de la ley. “La idea es ser escuchados y aportar datos precisos para despejar dudas y avanzar en este proyecto”, acotó
“Muchos tienen miedo y creen que, si esto se aprueba (el proyecto), van a vender cigarros de marihuana en los kioscos de la esquina. Pero no es así. Esto está regulado y no está descriminalizado, entonces hay cosas que con educación e información tenemos que aclarar”, sentenció.