Solucionar el problema de un perro, no es corregirlo con un ¡Chiss,Chiss! como nos vendieron en los programas de televisión. No te fíes de quien venda métodos mágicos de tres días para solucionar el problema. En la educación canina se necesita de un proceso y no de palabras mágicas ¡Abracadabra pata de perro! Se necesita constancia, empatía e implicación por parte del tutor para conseguir resultados estables a largo plazo.
Vamos a centrarnos en lo que son las bases de la educación canina. Es fundamental conocer el lenguaje de los perros, para saber que nos quieren comunicar y poder comunicarnos con ellos. Dedica tiempo a entender las bases mínimas de lenguaje canino, verás como la relación con tu perro mejora. Busca información en internet o lee libros de comunicación canina. “El lenguaje de los perros: Las señales de calma”, de Turid Rugaas es altamente recomendable.
Otra forma de aprender del lenguaje canino es observando a tu perro. Obsérvalo cuando vas de paseo con él y fíjate en sus comportamientos. Observa las interacciones que tiene con otros perros: cuando se saluda, cuando juega, cuando descansa. Eso te ayudará a adquirir conocimientos sobre el lenguaje y conocer a tu perro.
El vínculo es la piedra angular de una relación sana con el perro. Sin un buen vínculo la relación será tensa y complicada. Compartí momentos de calidad con tu perro, conoce sus gustos y necesidades, se empático. (Por Rubén Manzano – Educador Canino)
Laura Kuperman
Educadora Canina.
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