El kangal turco es una de las razas caninas más antiguas, pues se considera que sus orígenes están, junto al mastín inglés, en el moloso de Asiria y en el moloso romano, dos especies de perros hoy desaparecidas y que en su momento fueron utilizadas como armas de guerra por los ejércitos de ambas civilizaciones.
También los tenían como perros cuidadores de ganado, labor fundamental en una zona donde abundan los lobos, los chacales y osos.
En la actualidad sigue estando muy valorado allí como perro pastor, siendo un excelente perro guardián y de compañía. Aunque suelen referirse a él como un perro pastor, es un perro guardián que guarda el ganado y lo defiende de lobos, osos y chacales.
Tendencia kangal
Estamos hablando de un perro que a nivel redes sociales es tendencia y lo es por su gran tamaño, los muestran comparándolos por ejemplo con un cane corso que queda chico a su lado.
Es que el kangal es un perro macizo, musculoso y de estructura ósea fuerte. Con estas características llevan el nombre de molosos. Por su mordida en tijera es un animal temerario y uno de los perros que le pueden hacer frente es el dogo argentino.
Es algo más largo que alto. Tiene la cabeza larga y ancha, con mandíbulas poderosas. Sus ojos son pequeños, bien separados entre sí y de color dorado a marrón oscuro. Sus orejas cuelgan a los lados de la cabeza, son triangulares, medianas y con el extremo redondeado.
La cola del kangal es larga y el perro suele llevarla enroscada sobre la espalda cuando está activo. El pelaje debe ser corto y denso, con un subpelo muy tupido. En el kangal solamente se aceptan perros de color sólido. Además, el perro debe obligatoriamente tener la máscara negra.
Quienes conviven con uno de estos perros afirman que la paz mental que transmite un kangal bien educado no tiene precio. Valiente, poderoso, protector, seguro y sereno, el carácter de este perro siempre le ha llevado a involucrarse mucho en la vida familiar.
(Por Rosanna Toraglio-Periodista).