El Día Internacional del Aire Puro se celebra el tercer jueves de noviembre de cada año, instituido en 1977 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), entendiendo que resulta imprescindible generar conciencia sobre el deterioro en la calidad del aire que respiramos, así como el impacto que esto tiene sobre todos los seres vivos del planeta.
Cabe mencionar que, por los mismos motivos y con la misma finalidad, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció también su propio “Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul”, que se conmemora cada 7 de septiembre.
Respirar aire puro hoy día es una utopía por las emisiones contaminantes que afectan la salud de las personas como el smog de los vehículos, los gases de la descomposición de los basurales a cielo abierto, la quema de plásticos y basura, entre otros
La contaminación atmosférica es uno de los principales riesgos medioambientales para la salud: constituye un factor de riesgo para la morbimortalidad por enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cerebrovasculares, cáncer, anomalías congénitas y trastornos del desarrollo neurocognitivo entre otras.
Asimismo, la contaminación daña los ecosistemas, nuestra flora y fauna. Modifica los patrones climáticos, aumenta el derretimiento de los glaciares, calentamiento global y afecta la seguridad alimentaria.
Los principales gases que contaminan la atmosfera son: ozono, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, óxidos de nitrógeno y el material particulado PM 10 PM 2,5. Estos contaminantes son emitidos a la atmósfera por la quema de los combustibles fósiles, procesos industriales e incendios forestales, entre otros.
Puntualmente, la exposición al material particulado PM 2,5 provoca tanto en el aire exterior como interior alrededor de 7 millones de muertes prematuras.
Entretanto, la contaminación del aire doméstico esta originada por la cocción de alimentos y calefacción con combustibles y tecnologías contaminantes.
Por todo ello se debe tomar conciencia en este día de la necesidad de instrumentar medidas que tiendan a disminuir la contaminación del aire y comprometerse en su instrumentación a fin de proteger nuestro planeta y garantizar el futuro de todos los seres vivos y especialmente de los niños, las niñas y adolescentes.