El presidente argentino, Javier Milei, fue el único jefe de Estado que no participó en la foto oficial del G20, tomada este martes en Río de Janeiro, Brasil. La ausencia del mandatario generó malestar en el país anfitrión, interpretándose como un desplante hacia el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien mantiene diferencias ideológicas y políticas.
La fotografía, inicialmente programada para el lunes, debió repetirse el martes debido a la tardanza de tres líderes clave: Joe Biden (Estados Unidos), Giorgia Meloni (Italia) y Justin Trudeau (Canadá). A pesar de que se esperaba la presencia de todos los mandatarios en esta nueva sesión, Milei no asistió, lo que llamó la atención dado que sí había posado en imágenes anteriores, como en la de la Alianza contra el Hambre y la Pobreza.
Hasta el momento, no hubo explicaciones oficiales por parte del gobierno argentino sobre la ausencia de Milei. Sin embargo, el gesto fue interpretado como un reflejo de la fría relación entre ambos líderes, la cual quedó evidenciada desde el primer día de la cumbre.
Distancia marcada desde el inicio
Al recibir a los jefes de Estado, Lula se mostró cálido con todos, ofreciendo abrazos y sonrisas. Sin embargo, el encuentro con Milei fue diferente: un apretón de manos breve y serio, sin mayores muestras de camaradería. El presidente brasileño, quien había intercambiado gestos afectuosos con otros líderes, marcó con su actitud la distancia que existe entre ambos mandatarios.
El trasfondo de esta relación tensa se remonta a la campaña electoral de 2023, cuando Lula apoyó públicamente a Sergio Massa, rival de Milei. Tras su triunfo, el líder argentino no invitó a Lula a su toma de posesión, optando por recibir al expresidente Jair Bolsonaro.
(Fuente: Infobae)