En un complejo presente político, donde los gritos y descalificaciones se imponen al debate y los consensos, el periodista y analista político, Gonzalo Aziz, recorre diferentes puntos del país presentando su libro “La gestión del diálogo: Una política estratégica para promover el desarrollo”, donde reúne a oficialistas y opositores de cada distrito para dialogar sobre los temas de actualidad.
Previo a la presentación, el magíster en Políticas Públicas (Universidad Austral, diploma de honor), licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA) y posgraduado en Liderazgo Político (Universidad Complutense de Madrid, España) habló con PRIMERA EDICIÓN sobre su nueva publicación y compartió algunas reflexiones acerca del presente de la política nacional, internacional y también misionera.
“Se trata de mi tesis de Maestría en Política, que la convertí en un libro. Es un tema que a mí me apasiona un montón, que es ‘por qué los países que funcionan, funcionan’ y ‘qué es lo que le pasa a la Argentina que no funciona’”, advirtió Aziz, quien se cuestionó por qué existen países países con mucho menos recursos que Argentina, pero que tienen indicadores económicos que andan muy bien.
“La clave es que tienen políticas públicas que trascienden a los gobiernos de turno, dándole al sector privado la certeza y la tranquilidad de que lo que invierte, tiene seguro. Cuando no cambian las reglas del juego, cuando no refundás el país con los cambios de gobierno, el sector privado invierte, por ejemplo, fabricando teléfonos, sabiendo que el Gobierno que viene no va poner un impedimento a eso, no va a gravar con impuestos a eso”, agregó.
Para su estudio, Aziz estudió las gestiones de los presidentes predecesores de Milei (Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández), empezando por el 2011. El periodista aseguró que, con cada cambio de gobierno, hubo una “refundación” de las políticas públicas.
“Fijate que la política económica de Macri modifica la política económica de Cristina, modifica la política internacional de Cristina, modifica la política previsional de Cristina, modifica la política tributaria de Cristina, modifica el abordaje de la Justicia penal de Cristina. Después viene Alberto, rompe todo lo que hizo Macri; después viene Milei y rompe todo lo que hizo Alberto”, ejemplificó.
El analista reconoció que se trata una problemática cultural de Argentina, que se remonta desde los tiempos de unitarios contra federales, pasando por el radicalismo versus peronismo, donde siempre se mantuvo ese vaivén ideológico.
“Yo utilicé esos 12 años para mostrar gráficamente que hay tres gobiernos distintos que modifican todo lo que hizo el anterior. Hay un arraigo cultural muy marcado, con un tremendo componente conflictivo, bélico, confrontador”.
Este péndulo, entiende, trasciende el plano político y se vuelve algo cotidiano, que llega a afectar hasta los núcleos familiares. “Como que siempre, construimos la propia identidad en base a una confrontación con otro y esto se nota no solamente en la política, sino también lo tenemos en las discusiones familiares, las construcciones familiares son muy confrontativas, ni hablar del deporte, el fútbol, el arte”, sostuvo.
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Política internacional
Aziz tomó como ejemplo la campaña política para la presidencia de los Estados Unidos, para contrastar con lo que sucede en el país y cómo, aunque también haya una batalla ideológica y discursiva, esto no afecta de la misma manera que en la Argentina.
“Países como Estados Unidos, tienen un andamiaje institucional que es sólido, que no se modifica nunca. Ellos se pueden matar arriba, pueden romper la ventana, el techo, pero el contrapiso de la casa es muy sólido y acá no tenemos contrapiso”, ejemplificó. Su fortaleza, agregó, reside en acuerdos básicos sobre política internacional, política tributaria, política monetaria, acuerdos básicos sobre política de seguridad interior. “Después discuten cosas, se matan y se matan fuerte, pero abajo, el contrapiso es muy sólido”.
El discurso de Milei
En esa discusión, surge la imagen de Milei, un “outsider” que promete romper el Estado, reduciéndolo a una mínima expresión. No obstante, para el analista, se trata de una mera estrategia discursiva, que canaliza el descontento de las masas con la clase política.
“Milei lo que tiene es un discurso estratégico, inteligente, observa con mucha claridad que hay un desgaste tremendo de la población para con la política y para con el Estado, entonces él cree que hay que achicar el Estado, eso está claro, que hay que achicar, hacerlo más pequeño, más eficaz y más eficiente”.
Para ratificar sus palabras, observó que, para llegar a la presidencia, tuvo una estructura sólida armada y que la está fortaleciendo con la conformación de diferentes espacios afines a lo largo del país. A pesar de ir en contra de sus prédicas anti Estado, Aziz considera que no es algo que pueda influir notablemente de forma negativa en su electorado.
“La coherencia en Argentina vale nada. Entonces, no siento que la coherencia sea un elemento central para definir el voto de una persona. Duele pero es así”, afirmó.
Por último, hizo referencia a los discursos violentos del mandatario nacional, que se hace eco en sus seguidores a través de las redes sociales. “Milei entiende perfectamente que hay una sociedad que está harta de un montón de cosas, que está recontra caliente con la clase política”, apuntó. “Yo no creo que hay que exacerbar la violencia, si la gente te pide guerra, vos no tenés que darle guerra. Al mismo tiempo, en términos pragmáticos, eso hoy claramente sirve para ganar elecciones”, finalizó el analista político.
“Es momento de empezar a renovar un poco los liderazgos”
“No quiero opinar de la política de una provincia en la cual no vivo, porque no la experimento”, aclaró el periodista Gonzalo Aziz en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, “sí creo que ellos tienen la responsabilidad de empezar a renovar un poco los liderazgos y empezar a dejar que los lugares los ocupen personas con miradas más moderadas, menos violentas, más modernas, más creativas y más jóvenes”, aseguró.
“Los problemas que tiene el mundo son mucho más complejos que los que había hace 40 años. Está lleno de problemas el mundo y las soluciones que esos problemas te exigen son mucho más creativas, más profesionales. Los pibes de hoy tienen toda la vida por delante para formarse tan abiertos al mundo como están para ver qué pasa en otros países y tratar de buscar alternativas que solucionen los problemas de acá”, agregó.
Finalmente, también apuntó contra una oposición que está “completamente disgregada y que se la dejan regalada al frente gobernante”.
“Es hora de que la oposición abandone un poco el ego y elija al mejor del equipo y que sea ese el que comande las cosas para repartir los votos sino van a hacer que siempre ganen los mismos. Es un panorama muy complejo en el cual, como ocurre hoy a nivel nacional, el que gobierna juega solo. Lo mismo le pasa a Milei, dividió el peronismo, dividió a Juntos por el Cambio, al radicalismo lo partió a la mitad, el PRO sin conducción, Milei está tranquilo”, finalizó.