“En tres meses perdí mi trabajo, mis ahorros, mi casa, mi camioneta y mi estabilidad mental, pero voy a seguir luchando para que se haga justicia”.
La frase le pertenece a Raúl Méndez (38), quien denunció a un hombre por estafarlo por más de 30 millones de pesos con la promesa de construirle una vivienda, la cual edificó en un 10 % y luego prácticamente desapareció.
El denunciado, según agregó el damnificado, “dice ser de una constructora de las denominadas ‘casas llave en mano’, la cual tiene un tendal de víctimas en toda la región y en distintos puntos del país”.
Ante las autoridades y también ante este Diario, Méndez presentó debidamente los contratos firmados -ante escribanía en Posadas- y las denuncias ante la policía, como así también capturas de las publicaciones en redes sociales en donde el presunto estafador dice pertenecer una empresa constructora.
Para poder financiar la construcción que quedó trunca, el denunciante vendió su actual casa en la zona oeste de Posadas, la que debía entregar los primeros días de noviembre a su nuevo dueño. Debido a la angustiante situación que ahora surgió, la nueva dueña le permitió alquilar lo que hasta hace muy poco era su vivienda, en momentos en que ya debería estar residiendo en otra casa, es decir en la que le prometieron construir.
Méndez afirmó que actualmente no tiene trabajo y quedó prácticamente en la calle, sin techo, junto a su esposa y tres hijos.
Un detalle alarmante, es que también denunció que la Justicia no quiere oírlo y que recibió malos tratos por parte del titular del Juzgado que intervino tras radicarse la denuncia por el hecho el pasado 9 de octubre. En este caso se trata del magistrado Ricardo Walter Balor (del Instrucción 6).
El acuerdo incumplido
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la víctima relató que todo comenzó el 11 de julio pasado, cuando firmó el contrato en una escribanía local con el supuesto constructor. Allí, se especificaba punto por punto cual era el compromiso de ambas partes.
El terreno donde se iba a edificar es propiedad del denunciante y está ubicado en el barrio Los Kiris de Posadas. Se acordó que la empresa que brindaba el servicio iba a construir una casa tipo dúplex de losa con pileta y quincho incluidos.
En parte de pago Méndez dijo que “hizo entrega de una camioneta Citroën Berlingo modelo 2012, la cual valoró en unos 9 millones de pesos, en tanto que en mano le pagó 22 mil dólares. Todo ello para que la obra quede completa”.
Por si fuera poco, agregó que “tuvo que abonar un extra de 2.500 dólares para documentaciones varias vinculadas a la edificación y también, pagar la mano de obra. El plazo para finalizar la construcción era de 160 días. Pero el 11 de septiembre todo se paralizó”.
Pintor
Según relató Méndez, “ante la falta de respuesta del acusado durante días y semanas, luego de abandonar la obra con diversos pretextos y excusas, comencé a averiguar y me di cuenta que me engañó”.
“Dijo ser socio de una empresa constructora local y hasta fuimos a un salón de eventos de acá de Posadas para dialogar respecto al acuerdo. ‘Si no fuera socio de este salón acaso tendría la llave’, nos llegó a decir cuando nos recibió. Sin embargo y más adelante, cuando fui a la dirección donde funcionaban las oficinas de la supuesta empresa, me enteré que este individuo con el cual firmé el contrato, no tiene ningún tipo de relación con esa presunta firma y con el salón de eventos. Vaya a saber a cuántas personas más recibió allí haciéndose pasar por empresario, donde hasta incluso habría estafado a unas cinco personas con terrenos”.
“Incluso, el verdadero dueño me dijo que este hombre no era su empleado y mucho menos su socio y que en el sitio donde nos reunimos (el salón de eventos), le estaba haciendo un trabajo de pintura y por eso tenía la llave del lugar y que nunca las devolvió”, explicó.
“Pese a que le dije al verdadero propietario de la empresa que denuncie al estafador porque usa su nombre, CUIL, instalaciones y reputación para engañar a otras personas, me dijo que solo iba a hacer una exposición para que quede asentado que se desligaba de ese hombre. Luego me dijo algo que no tiene lógica, que igual cualquiera puede usar a su empresa para propaganda”, afirmó Méndez.
Vale aclarar que según la denuncia “el acusado también decía tener sociedad con empresarios una hormigonera en Garupá, el salón de eventos, que hacía construcciones en distintos puntos de Misiones y la región, que hacía transportes”.
“Búsquese un abogado”
La investigación por la estafa recayó primero en el Juzgado de Instrucción 6 de Posadas, cuyo titular es el citado juez Ricardo Balor.
Méndez contó que “luego de radicar mi denuncia ante la comisaría Séptima (el 9 de octubre pasado), citaron al acusado, que estuvo apenas dos horas en una oficina de esa seccional tomando mate y con aire acondicionado, y tras notificarle el inicio de la causa el juez lo dejó en libertad. En vez de tratar de recuperar mi dinero y mi camioneta, lo liberó. Entonces decidí ir al Juzgado, donde me atendió Balor. Frente a su secretaria y mi esposa me dijo ‘búsquese un abogado’, porque resulta que el mismo que me estafó me denunció por robarle a punta de pistola una camioneta. Algo insólito y totalmente falso”.
“Luego y averiguando por mis medios, me enteré que este individuo estafó a unas 23 familias, y a casi todos les hace el mismo método, luego de estafarlos los denuncia por daños o por robo y hasta por estafa, como si él fuera la víctima. Un patrón de conducta delictiva que cualquiera puede ver. Hasta me denunció porque dice que le debemos dinero y por eso paró la obra y que construyó un 50%, cuando la realidad es que avanzó apenas un 10% y le entregué todos mis ahorros y mi camioneta, está en el contrato. Yo lo puedo probar”, agregó Méndez.
“Antes de finalizar mi entrevista con el juez Balor, me dijo algo insólito: ‘los contratos se hacen para no cumplirse’, y que mi caso era de instancia civil, que él no tenía evidencia suficiente para iniciarle un proceso judicial al estafador. Salí del Juzgado decepcionado y con la sensación de que el estafador debe estar protegido”, refirió.
Robos en la noche
La víctima contó que actualmente tanto él como su pareja se encuentran en constante estado depresivo, “lloramos, estamos prácticamente sin comer y sin saber a quién recurrir, aunque esperamos un milagro, nos sostiene saber que estamos vivos gracias a Dios”.
“Otro golpe reciente que tuvimos fue que por los vecinos nos enteramos que el estafador venía en la noche a la obra en el barrio Los Kiris y nos robaba material, como ser ladrillos, arena, herramientas, cemento, de todo sustrajo, es decir que no solamente no iba a construir, sino que nos estaba desvalijando”, manifestó Méndez y agregó que “por si fuera poco, toda la construcción está mal hecha, fue una estafa completa”.
“Cuando me preguntan porqué no hago justicia por mano propia, les digo que no, porque tengo a mi cargo a mi familia. Si estaba solo, ahora estaba preso y dentro de un penal”, sentenció.