Los trabajadores de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Misiones se sumarán al paro nacional convocado para este miércoles por todos los gremios del transporte, salvo la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que realizará una medida de fuerza recién el jueves. En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Marcelo Graziadei, secretario administrativo de ATE Misiones, dijo que “la modalidad será variada, ya que algunos harán asambleas, otros se presentarán pero no realizarán tareas, y otros directamente no asistirán”.
La medida de fuerza, enmarcada en el paro de 36 horas llevado adelante por ATE a nivel nacional, responde a la situación de precariedad laboral y a la amenaza de despidos que implicaría la pérdida de 40.000 puestos de trabajo en organismos estatales en todo el país, dejando a miles de familias sin sustento y limitando la prestación de servicios esenciales en las provincias.
“La situación es muy estresante. El Gobierno solo mira las cifras en una planilla de Excel, pero detrás de cada despido hay una familia destruida”, expresó haciendo referencia a las dificultades de los trabajadores ante las evaluaciones que se han propuesto desde el Gobierno nacional como requisito para continuar en sus puestos: “Hemos hablado con algunos funcionarios, y todavía no hay claridad sobre qué se evaluará ni bajo qué criterios, ya que incluso se menciona que las evaluaciones las hará una máquina. Esto parece un mecanismo para ajustar el personal estatal”.
En el ámbito provincial, “hasta la fecha no hubo tantos despidos” y los trabajadores nucleados en ATE insisten en la necesidad de establecer un piso salarial para los empleados municipales, similar al alcanzado por los provinciales, que a partir de negociaciones pasadas ya cuentan con un salario mínimo establecido.
Sin embargo, el dirigente sindical advirtió que aún persisten desigualdades debido a los adicionales específicos de cada organismo y a las diferencias entre las estructuras salariales.
“Por ejemplo, algunos trabajadores logran salarios que superan los 900.000 pesos por sus años de antigüedad, mientras que otros tienen ingresos mucho menores. La estructura de adicionales es compleja, pero garantiza que algunos trabajadores puedan acercarse a la canasta básica. El piso es un gran avance, pero en algunos municipios todavía no se traduce en salarios justos”, explicó.
Además, la coparticipación representa otro de los factores que generan preocupación. En este contexto de baja en los ingresos, muchos municipios no pudieron ajustar los salarios. “Gran parte de la coparticipación va a salarios, y la baja de ingresos por coparticipación complica tanto a la Provincia como a los municipios”, añadió y adelantó que el próximo mes comenzarán las negociaciones salariales para evaluar posibles aumentos.
Por otro lado, advirtió sobre las consecuencias de mantener un porcentaje significativo de los salarios en negro en algunos municipios, situación que impacta directamente en el cálculo de aguinaldos. “Muchos municipios aún pagan una gran parte del salario en negro, lo que afecta también el aguinaldo. Algunos tienen apenas $10.000 blanqueados, lo cual impacta en el aguinaldo, dejando a algunos trabajadores en situaciones muy desiguales.”, afirmó.