Los bonaerenses José Luis Ferrari y su hijo Manuel volvieron a coronarse campeones en la Maratón Internacional de Pesca Variada Embarcada del Pira Pytá. Con un total de 21 especies y doce cupos completos, el equipo oriundo de Chascomús se subió al escalón más alto del podio con una impresionante remontada en las últimas horas de la competencia.
“Nosotros trabajamos en equipo con Choli Schmalko y Diego Flach, nos vamos pasando los datos de los lugares y especies que sacamos, pero después está el factor suerte y las decisiones que uno va tomando sobre la marcha arriba de la lancha”, contó José Luis.
“Nosotros el domingo a la mañana nos dimos cuenta que estábamos 500 puntos abajo de Choli y Diego y lo terminamos dando vuelta en la última media hora de competencia. Lo más gracioso es que habíamos entendido que Diego sacó una morena rubia y con esa especie nos habían ganado, pero después nos enteramos que era Diego Ayala. Ahí recién nos dimos cuenta que estábamos para pelear bien arriba”, recordó José Luis desde Chascomús.
“En realidad el torneo no lo ganamos nosotros, sino que lo perdió Choli porque en un momento se quedó más tiempo del recomendado buscando la tercera boga. Yo creo que ahí perdió el torneo”, reveló José Luis.
“El domingo temprano entramos a la marina en busca de la chanchita y pudimos sacar una, pero Prefectura nos sacó de ahí porque tenían que colocar una moto de agua. En ese lugar Choli había completado el cupo de esa especie. Entonces nos fuimos para abajo y pudimos sacar corvina y papaterra. Cuando salió una raya nos dimos cuenta que estábamos en carrera otra vez”, recordó el bonaerense, un verdadero fanático de la pesca variada en el litoral.
“Entramos en un arroyo muy playito y Manu me dijo que buscara la raya con tres cañas que él iba a intentar pescar una sardina. En la primera ‘troleada’ enganchó una pero se le escapó. Al rato sacó una y yo completé el cupo de rayas en el lugar menos pensado porque no había más de 40 centímetros de agua”.
“Ahí sabíamos que estábamos a unos 100 puntos y queríamos completar el cupo de chanchitas para empatarlos. Volvimos a la marina pero estaba llena de lanchas, entonces fuimos a otra y nos colocamos detrás de un yate donde había los dientudos San Pedro. Ahí pudimos sacar la piraña que nos faltaba y Manu enganchó un relojito que sería en definitiva la especie que nos dio el campeonato”, aseguró.
José Luis y su hijo Manuel llegaron a Posadas una semana antes de las 20 Horas e hicieron varias salidas al río para probar la cancha. “Incluso el miércoles fuimos a pescar a la noche, y el viernes encontramos los porteñitos, una especie que creíamos que no estaba porque no la podíamos sacar”, reveló.
Los más de 1.100 kilómetros que separan a Chascomús de Posadas pasaron volando para los Ferrari, que a cada rato se volteaban para ver la ansiada Challenger que hasta octubre del año que viene estará en territorio bonaerense.
Este año fueron 114 los equipos que participaron de la competencia. Fue notable la ausencia de los pescadores de los clubes federados del interior de la provincia, ya que este año las 20 Horas no otorgaron puntos para el ranking provincial. Y eso hizo que el número de embarcaciones fuera un poco menor al esperado por los organizadores.
Los puntajes finales mostraron que hubo muy buen pique durante la competencia. La lluvia de los días previos hizo que durante el torneo fuera cambiando la coloración del agua, beneficiando a los que habían optado por la pesca variada y complicando un poco a los que fueron en busca de las bogas.
Challenger
Tres trofeos Challenger fueron entregados en esta ocasión. Agustín Pajón y Juan Bottez, del Pira Pytá, se llevaron el trofeo a la pieza mayor de cuero con la captura de un manguruyú. Otro de los Challenger fue para Marco D’Alesandro y Fernando Meza, también del club anfitrión, que fiscalizaron un dorado pescado durante la noche. Y el Challenger de la Boga para Adolfo Mantulak y Daniel Mantulak, que el sábado a la tarde, en la zona del puente internacional capturaron un ejemplar de 53 centímetros.