Un oficial ayudante de la comisaría Tercera fue arrestado ayer bajo sospecha de estar implicado en el “cajoneo” de una orden de libertad a un detenido y en la fuga de un preso que estaba tras las rejas en esa dependencia por un asalto, señalaron fuentes del caso.
El arresto del uniformado se enmarcó en una investigación interna dispuesta por la Jefatura de Policía, en una causa judicial por “presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público y privación ilegítima de la libertad”.
El operativo de captura del sospechoso estuvo a cargo de una comisión encabezada por la interventora de esa seccional, la inspectora Raquel Domínguez. La misma fue designada el pasado jueves por la Jefatura y luego de detectarse presuntas irregularidades respecto al accionar del personal de guardia.
Estos hechos, que fueron publicados en exclusiva por PRIMERA EDICIÓN y no solamente tenían que ver con dicho “cajoneo” o demora de entrega de orden de libertad, sino también por el hurto de luces de un automóvil a un médico -al parecer en la misma dependencia- y el robo de una tarjeta de crédito a un detenido.
Vale recordar que una de las primeras medidas de la interventora, a fin de transparentar la investigación de los hechos, fue el desplazamiento de la cúpula de la comisaría, siendo designados posteriormente en los cargos el comisario Diego Camargo y el subcomisario Juan Carlos Acosta.

Al efectuarse un relevamiento del área de sumarios judiciales y del estado de las causas de los detenidos allí alojados, según detalló la inspectora Domínguez, detectaron que un preso de 26 años debía estar en libertad desde agosto pasado, conforme a lo dispuesto por el Juez de Instrucción 2. En este contexto, se estableció que la persona encargada de notificar la medida judicial no habría informado a sus superiores ni asentado el oficio que disponía la libertad del detenido.
Por tal motivo, se dio intervención al juez Juan Manuel Monte, quien ordenó que se proceda a la notificación, libertad inmediata y recepción de denuncia del damnificado.
Durante la jornada de ayer una comisión policial a cargo de la interventora allanó la vivienda del oficial implicado, de 34 años.
Por ello, cerca de las 13, los efectivos ingresaron a una vivienda ubicada sobre la avenida Vivanco de Posadas, donde el personal de Cibercrimen incautó un teléfono celular para fines periciales y, posteriormente, la misma comisión procedió a la detención del oficial investigado, que estaba de guardia. El mismo uniformado ya estaba bajo la lupa por la Dirección de Asuntos Internos por una causa de evasión de un detenido, hecho ocurrido en la madrugada del 23 de septiembre pasado en la misma seccional.
Seguidilla de casos
La semana pasada, este medio publicó la denuncia de un detenido en la Tercera al que le utilizaron la tarjeta de crédito, bajo resguardo de las autoridades policiales mientras duró la aprehensión por violencia familiar, y dejaron sin fondos.
Por si fuera poco, también se adelantó que se investigaba otro grave hecho en la misma comisaría. La nueva víctima fue un médico integrante de la Sanidad Policial, cuya oficina funciona en el predio interior de la seccional, y al que le robaron las luces delanteras de su camioneta estacionada en el playón cerrado y a plena luz del día, en el turno de las 7 a 19 del martes pasado.
El primer caso involucró a un suboficial de la Policía Federal que estuvo detenido durante septiembre en la comisaría y que al intentar comprar con su tarjeta de crédito cuando fue excarcelado, notó que ya no podía gastar porque el máximo permitido ya lo había gastado, más de un millón de pesos, en siete cargas de combustible (casi 700 mil pesos) en estaciones de servicio de esta capital pero que se realizaron cuando él estaba privado de su libertad, y su billetera bajo resguardo de los jefes de la seccional.
Ambos casos están siendo investigados por la Justicia.