El primer ministro de Inglaterra, Keir Starmer, afirmó en las últimas horas que la soberanía de Gran Bretaña sobre Malvinas se trata de una cuestión “personal” y aseguró que las Islas “son británicas y seguirán siendo británicas”.
En la sesión de control en la Cámara de los Comunes, Starmer hizo mención al conflicto diplomático que Gran Bretaña mantiene con la Argentina a raíz de la soberanía en las Malvinas, a raíz de la inquietud de los diputados conservadores, en la oposición, sobre la decisión del Ejecutivo de conceder la soberanía de las islas Chagos a Mauricio, que mantuvo un reclamo desde 1968, cuando dejó de ser colonia británica.
Así, el líder laborista mencionó que su tío luchó en la Guerra de las Malvinas. “Casi pierde la vida cuando su barco fue torpedeado defendiendo las Falklands (Malvinas). Son británicas y permanecerán como británicas”, ratificó. “He sido claro, para mí es personal”, completó.
La posición argentina y la postura en las Islas
Para la canciller argentina, Diana Mondino, el mencionado anuncio sobre las islas Chagos representó un antecedente a favor del reclamo histórico de la Argentina sobre el territorio de Malvinas, y un “paso en la dirección correcta” para “terminar con prácticas obsoletas”. “Transitando el camino empezado, con acciones concretas y no retórica vacía, vamos a recuperar la soberanía plena de nuestras Islas Malvinas. Las Malvinas fueron, son y serán siempre argentinas”, publicó el pasado 3 de octubre a través de las redes sociales.
La disputa sobre las islas Chagos se remonta a los años 1960 y 1970, cuando el Reino Unido expulsó a los habitantes chagosianos para mantener el control del Territorio Británico del Océano Índico (BIT), a pesar de que Mauricio había obtenido su independencia en 1968. Este acto ha sido calificado como un crimen contra la humanidad. A pesar de las resoluciones de la ONU y las sentencias judiciales que instaban al Reino Unido a devolver las islas, el gobierno británico inicialmente desestimó estos fallos, argumentando que la decisión de la CIJ era solo una “opinión consultiva”.
Las negociaciones para resolver esta disputa comenzaron en 2022. Este acuerdo, y la devolución, marcó el fin de la última colonia africana del Reino Unido, cerrando un capítulo de su historia colonial en el continente.
Por otro lado, y a raíz del convenio alcanzado con Mauricio, las autoridades de Reino Unido para las Malvinas emitieron un comunicado y reconocieron que pueden existir ciertas “inquietudes” sobre el estatus de la soberanía en las Islas a futuro, pero explicaron que “los contextos legales e históricos” con relación a Chagos son diferentes.
“Soy consciente de que puede haber inquietud, ya sea entre la comunidad de las islas Malvinas o entre otros, sobre una posible interpretación de la situación en islas Malvinas. Quiero asegurarles que los contextos legales e históricos del archipiélago de Chagos y de las islas Malvinas son muy diferentes”, se destacó en el texto.
En este punto, las autoridades de Malvinas recalcaron que el Gobierno británico ha sido “muy claro durante todo el proceso”, porque Londres “no aceptará nada que suponga el riesgo de poner en peligro la soberanía de otros territorios de ultramar”.
“El Gobierno del Reino Unido mantiene su compromiso de defender el derecho a la autodeterminación de los habitantes de Islas Malvinas, y el compromiso inquebrantable de Reino Unido de defender su soberanía sigue intacto”, manifestó la gobernadora británica al cargo de islas Malvinas, Alison Blake.
El nuevo acuerdo con el Reino Unido
En tanto, Mondino se refirió ayer, martes, en Nueva Delhi, India, al acuerdo entre la Argentina y el Reino Unido sobre varios aspectos vinculados a las Malvinas. “No estamos discutiendo a quién pertenece qué. Estamos discutiendo cómo podemos trabajar juntos”, sostuvo la jefa de la diplomacia argentina durante un acto, según consignó EFE.
El diálogo impulsado en Nueva York el pasado 24 de septiembre por Mondino y el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy, en el marco de la Asamblea General de la ONU, generó varias reacciones dentro del propio gobierno libertario.
La vicepresidente argentina Victoria Villarruel se manifestó contra el acuerdo, que avanza principalmente en materia de conectividad entre el archipiélago y el continente, separados por 500 kilómetros.
Mondino y Lammy acordaron avanzar con medidas concretas en materia de conservación de pesquerías y en favor de una mejor conectividad, en virtud de los arreglos alcanzados en 2018, incluida la reanudación del vuelo semanal de la ciudad brasileña de San Pablo a las Malvinas, que efectuaba una escala mensual en la provincia de Córdoba.
También, retomar las negociaciones para finalizar la tercera fase del proyecto que, con la intervención de la Cruz Roja Internacional, busca identificar los cuerpos de soldados argentinos caídos en la guerra, que terminó con la rendición de Argentina, y en la que murieron 255 militares británicos, tres isleños y 649 militares argentinos.
Fuente: Infobae