Las fuertes y abundantes críticas que se vieron en redes sociales y por parte de entidades de defensa de los animales, llevaron al Gobierno provincial a tomar medidas sobre la organización de carreras en el hipódromo General Belgrano de Posadas. Es que este último domingo se realizó la Copa Challenger, con evidentes falencias y contravenciones en la realización del evento que de deportivo o social tuvo poco.
Héctor Rojas Decut reveló ayer en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero que decidieron tomar medidas contra el Jockey Club y la actividad del turf en general en Posadas. Mientras tanto, siguieron las fuertes repercusiones de oenegés y la oposición en el Concejo Deliberante capitalino. Desde la comuna posadeña no hubo, por su parte, un vocero para responder qué medidas se tomarán por estos hechos.
Roberto Michel, presidente de la Fundación Libre Relincho apuntó que “esto no puede suceder más” y que “siempre termina en lo mismo: en la muerte del animal y después no hay culpables”.
Asimismo, recordó que el evento “incumple con la ley 14.346 (de maltrato y crueldad animal), incumple con el Código de Faltas de la Provincia de Misiones también”. Y espera que el Gobierno provincial intervenga.
Como el peor de los presagios, antes del evento Michel había advertido que “lo único que podíamos pedir era que ojalá no muera ningún animal”, pero “termina siempre en lo mismo: en la muerte del animal. Y después no hay culpables, no hay nada, desaparece todo”, lamentó.
Por su parte, el edil radical y médico veterinario de profesión, Pablo Argañaraz, sostuvo que “se ha vuelto habitual que mueran caballos en las carreras cuadreras del hipódromo de Posadas. Es una situación espantosa que maten un animal frente a 6 mil personas. El año pasado murieron dos caballos, el anterior otros dos y así se van muriendo en cada carrera. Pareciera que nadie toma cartas en el asunto”.
Recordó que en 2023 “pedimos con un proyecto en el Concejo Deliberante, que se haga un antidoping, como se hace en otros lugares del mundo para este tipo de carreras, evitando que ocurran estas cosas, muriendo mientras corren. No sabemos qué les hacen en la previa las carreras, pero es completamente inaceptable en el siglo XXI y habiendo tantas herramientas para evitar las muertes”.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones y canal 9 Norte Misionero, Argañaraz apuntó a que “hay dos tipos de carreras populares en Argentina: las largas o de pura sangre, que son de 1.500 a 2.000 metros, que se disputan en hipódromos grandes como San Isidro o Palermo. Después están las otras, las cuadreras que son cortas, de cuarto de milla como estas, corren 300 a 400 metros”.
En ese sentido, aclaró que “las primeras están súper controladas con antidoping, legislación y reglas claras, en los entrenamientos y los tratamientos previos. Como se hace con cualquier deportista. Las cuadreras en el país, a diferencia de Brasil, tienen menos controles, no hay antidoping y nada que asegure que al animal no le van a poner nada en la previa a la carrera para mejorar su rendimiento”.
Contó que “en Brasil pasaba lo mismo que acá. Y se tomaron medidas como encerrar a los animales 24 horas antes de las carreras en un box y no se los puede tocar, antidoping, entre otras. Si van a venir 6 mil turistas, si se va a realizar un espectáculo, vamos a hacer las cosas bien y no a la bartola”.
El concejal radical lamentó que “hace años que venimos pidiendo medidas y debemos lamentar animales asesinados en una pista. Es una imagen horripilante”.
“Hay una ley y ordenanzas de bienestar animal que no se aplican, no hay control o lo hay casi inexistente y ocurren estas cosas”, denunció el edil.
Finalmente preguntó sobre “la cantidad de droga que hay que inyectarle al animal de 700 kilos para que se desplome en la pista. Me imagino que esto debía venir de larga data. Me preocupa que ni siquiera es un veterinario el que les aplica esos fármacos”.
Sostuvo que “suelen ser idóneos y, cuando se discute sobre la aplicación de los mismos para que corran más, te salen con que es tradición. Tengo 20 años recorriendo campos en el norte de Corrientes y el sur de Misiones y no vi nunca a un gaucho aplicándole ‘tradicionalmente’ algo a los animales. ¿Qué parte dice el Martín Fierro que hay que inyectarles esa droga por tradición? En ninguna parte, es una locura, es criminal! Acá hay culpables y me encantaría que la Policía actuara con un perito y determinara de qué murió el animal y los culpables para sacarnos las dudas aunque sea”.