Un hombre sin vida tirado en un descampado, cuatro sospechosos iniciales y finalmente la detención de la principal sospechosa del crimen. Se trataba de la pareja de la víctima, una mujer de 53 años sobre quien la Justicia avanzó en los últimos días para confirmar que debe permanecer tras las rejas.
Según pudo saber este Diario en los últimos días el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú le dictó la prisión preventiva a la sindicada como la que apuñaló mortalmente a Marcelo Javier Reiman (46). La calificación penal que recae sobre la mujer es la de “homicidio calificado por la relación de pareja”.
La mujer ya tiene antecedentes por homicidio y las personas que estaban con ellos esa noche del crimen de Reiman, temen que puedan ser blanco de represalias de parte de ella al tener un perfil violento. Además, en este sentido se presume que podría entorpecer la investigación si llegara a amenazar a los testigos para que dijeran algo distinto a lo que realmente vieron.
Es que el día anterior se habían reunido varias personas en una vivienda del barrio Libertad, donde se cree se juntaron para compartir el clásico Boca-River.
Ya en la madrugada del día siguiente, alrededor de las 3, una mujer avisó a la policía que encontró el cuerpo de un hombre tirado en un descampado cerca de la calle Martín Miguel de Güemes.
Una patrulla llegó al lugar y constató la denuncia. La víctima estaba sin signos vitales y con una herida punzocortante en el lado izquierdo del tórax.
Los primeros datos que recabaron los investigadores citaban una gresca que había ocurrido en la vivienda donde estuvo la víctima, su pareja y otras cuatro personas.
A raíz de ello fueron identificadas dos hombres de 37 y 41 años y dos mujeres de 37 y 47 años, quienes fueron aprehendidos preventivamente mientras en esas primeras horas no pudieron hallar a la pareja de Reiman que se había fugado para intentar ocultarse de la ley. A las 11.30, la mujer fue detenida cuando la vieron que caminaba por el barrio 1 de Mayo.
Cuando fue a indagatoria dio su versión acerca de los sucedido. Dijo que “solo había querido asustarlo”.
Declaró que no estaban en pareja y que Reiman llegó tomado. Le pidió que lo acompañara a hacer trámites. Ella se negó a lo que él se ofuscó, rompió la puerta y comenzó a agredirla con puñetazos y patadas. “No aguantaba más, por eso le hinqué”, dijo en sede judicial.
Siempre según su relato, ella salió a buscar ayuda al ver que se desangraba. Cuando volvió con la policía lo encontró tirado en el trillo. “Ellos me dijeron que me apartara y por eso me fui”, subrayó.