En el marco de un proyecto impulsado por el Ministerio del Agro y la Producción de Misiones, en colaboración con el Instituto Misionero del Suelo y financiado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) presentó un trabajo fundamental para el desarrollo agrícola de la provincia: la carta de suelos del departamento de Guaraní.
Este relevamiento, que abarca más de 320 mil hectáreas, proporciona una descripción detallada del tipo y distribución de los suelos en esta región, y tiene como principal objetivo mejorar la toma de decisiones en cuanto a la producción agrícola y el manejo sostenible de los recursos naturales.
Lucas Moretti, investigador del INTA en Cerro Azul y uno de los responsables de este proyecto, detalló la envergadura y la importancia de este trabajo. “La carta de suelo del departamento de Guaraní, cubre toda la superficie, son más de 320 mil hectáreas”, explicó a Eco&Agro.
La labor se desarrolló a través de un equipo técnico-científico del INTA que, según Moretti, no solo involucró a profesionales de Misiones, sino también a expertos de otras unidades del INTA a nivel nacional, conformando un grupo de trabajo de aproximadamente 20 personas.
El proyecto se enmarca dentro de la red de cartografía de suelos del INTA, que tiene como misión generar mapas de suelos detallados a nivel nacional. Para el departamento de Guaraní, se realizaron evaluaciones en campo, trabajo de laboratorio y gabinete. Los resultados del estudio no solo ofrecen un inventario de los suelos, sino que también brindan información clave sobre su aptitud para diferentes cultivos típicos de la región.
“Este mapa de suelos, que estamos presentando este año, habla del tipo y distribución del suelo en el departamento. Por un lado, es un inventario de suelos y, por otro, refleja la aptitud de estos suelos para diferentes cultivos de la región. Hemos hecho evaluaciones para yerba mate, pino y maíz”, señaló Moretti.
Esta información es esencial para los productores locales, ya que les permite planificar sus actividades productivas de manera más eficiente, evitando la degradación del recurso suelo. Además, el investigador destacó que la carta de suelos también puede ser utilizada para la planificación a nivel de cuenca, aportando un nivel de detalle que no estaba disponible anteriormente.
Uno de los aspectos más relevantes de este trabajo es que la información generada es de libre acceso. “El mapa está disponible en la plataforma geointa.gov.ar, dentro de lo que es la región NEA, y está listo para consulta online y para descarga. También en el repositorio digital del INTA está el informe con todas las descripciones de los perfiles representativos, que son más de veinte tipos de suelos distintos que hemos encontrado en el departamento”, explicó Moretti, subrayando la importancia de que esta información esté al alcance de productores, extensionistas y profesionales del sector agropecuario.
La carta de suelos también tiene un valor significativo para la definición de políticas públicas y el ordenamiento territorial. “Conocer con mayor detalle el tipo y distribución de suelos de un lugar determinado, como en este caso, un departamento, es fundamental para la planificación del uso del suelo y la toma de decisiones en cuanto a la definición de políticas”, afirmó el especialista. Asimismo, resaltó su utilidad en el ámbito educativo, ya que proporciona un conocimiento más profundo sobre los recursos naturales de la provincia.
Históricamente, en Misiones se ha manejado información muy general sobre los suelos, donde predominaban las clasificaciones de “suelos rojos” y “suelos pedregosos”. Sin embargo, gracias a este relevamiento detallado, se ha logrado identificar más de veinte tipos diferentes de suelos en el departamento de Guaraní.
“Ahora hemos diferenciado distintos tipos de suelos rojos, distintos tipos de suelos pedregosos, más de veinte. Estamos conociendo más en profundidad el recurso para su manejo y uso adecuado”, destacó el investigador del INTA.
Este conocimiento detallado permite evaluar con mayor precisión la aptitud de los suelos para cultivos específicos. Según Moretti, uno de los objetivos del proyecto fue confrontar lo que ofrecen los suelos a nivel nutricional y químico con las demandas de los cultivos más comunes en la región, como la yerba mate, el té y el tabaco.
“Lo que hemos hecho es confrontar lo que ofrece el suelo en la parte nutricional, las características químicas del suelo, también con los aspectos prismáticos, con lo que demanda el cultivo. Eso se hace con modelos expertos, se hace confrontación de cultivos versus la oferta del suelo, y es ahí donde uno clasifica por grado de aptitud”, detalló Moretti.