Una noche cargada de emoción y miles de anécdotas vivió Buki Rosa en la noche de este jueves, cuando el escenario de la sala de teatro Mandové Pedrozo se bautizó como Fernando Rosa, su hijo humorista fallecido hace nueve meses y que dejó un gran recuerdo en todos los espectadores que vieron sus obras.
Buki apenas podía hablar, cada tanto se quebraba y las lágrimas rodaban por sus mejillas. Pero, igual se animó y conversó con PRIMERA EDICIÓN, con una voz entrecortada y un sinfín de imágenes dando vueltsa en su cabeza.
Hoy viernes se cumplen nueve meses desde la partida de Fernando y por eso “creímos como familia que era oportuno hacerle un homenajeen un lugar donde él estuvo un montón de veces y le puso mucho esfuerzo. Acá (por la sala) fue el lugar donde mi hijo comenzó a trabajar teatralmente y tuvo contacto directo con el público”.
Buki tuvo que secarse las lágrimas cada vez que dio una respuesta, “perdón, es que me emociono mucho recordando a Fernando”, dijo el director teatral, quien como pudo agregó: “Sinceramente me quiebro por todo lo que vivimos juntos con él, desde su nacimiento, y todo aquello que fuimos pergeñando juntos en el escenario”.
El director contó una anécdota para el final de la nota y se acordó que una vez llegó a Posadas desde Buenos Aires, “a la casa de mis viejos y él estaba mirando la tele a medio metro de distancia porque era miope. Mi padre le dice Fernandito levantate y saludá a tu papá ¡cuando él no caminaba! Entonces verlo a él caminar con todas las imposibilidades físicas que tenía fue muy emotivo, y sí, se me cayeron lágrimas, porque ahí él empezó a caminar y ya tenía como cuatro años”.
“Nos hizo reír en tiempos difíciles”
El referente de la música y funcionario provincial, Joselo Schuap, tampoco quiso perderse el reconocimiento a su amigo personal y “en lo cultural un referente del teatro y de la alegría”, mencionó. Y agregó que “siempre le vamos a deber el agradecimiento a Fernando quien fue el creador de Rulo, quien nos hizo reír en tiempos difíciles y sobre todo en estos últimos años que no fueron fáciles para los humoristas”.
Joselo expresó que “siempre cuento la anécdota de que con Fernando, cuando mi hijo estuvo internado, hicimos un festival para agradecerle al hospital de Pediatría por las atenciones que le salvaron la vida a mi hijo. Entonces, Fernando fue actuar conmigo y es un gesto enorme que yo lo voy a recordar” toda la vida.
El homenaje duró casi una hora, pero el recuerdo de Fernando Rosa o simplemente Rulo Espínola como se llamaba su personaje preferido, quedará para siempre en el corazón de todos los que lo conocieron y de todo ese público que se rió a carcajadas con sus obras llenas de humor y buena onda.