Un jubilado de 68 años, oriundo de Posadas (Misiones), acordó mediante un juicio abreviado la pena de cuatro años de prisión tras admitir su culpabilidad en la comercialización de estupefacientes, en este caso cocaína de máxima pureza, indicaron fuentes del caso.
El trámite judicial tuvo lugar esta semana en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Comodoro Rivadavia, donde tanto el imputado, identificado como Enrique Octavio Rojas, su defensor particular, como el representante de la Fiscalía General, firmaron el proceso, que ya fue homologado.
Durante la audiencia, el encartado declaró que percibe 350 mil pesos de la jubilación mínima y además trabajaba actualmente como cuidador de una señora de 82 años, y por ello percibe alrededor de 150 mil pesos, que tiene un hijo estudiando y trabajando en Córdoba y cuando necesita ayuda económica se la envía.
Rojas fue detenido el pasado viernes 19 de agosto de 2022, cuando la Policía Federal allanó su domicilio ubicado en el barrio Don Bosco de Trelew.
Allí, se le secuestraron 620,92 gramos de cocaína, recortes de nylon, una balanza de precisión, cuchara y tijera -todos objetos con restos de dicha sustancia-, 81.700 pesos y 962 dólares.
Además, un teléfono celular que, una vez peritado, surgió tiene mensajes vinculados a la actividad que se investigaba.
Los efectivos durante un mes de seguimientos establecieron que en el domicilio reseñado concurrían personas por escasos minutos, y que allí habría un punto de venta de sustancia ilícita.
Las pericias químicas en los elementos que fueron secuestrados, como ser balanza, tijera y nylon demostraron que la droga era fraccionada por el imputado para su posterior venta.
En cuanto a los mensajes en su teléfono, se puede mencionar una conversación donde le dicen frases al acusado como ser: “puedo pasar?, ¿podes hacerme un fiado?; en diez estoy, armame uno bien piola; y Rojas le contesta: “ya es tarde a esta hora no queda nada”.
La palabra del juez
Si bien entre las partes hubo un acuerdo en cuanto al monto de la pena a cumplir, la defensa le solicitó al Tribunal que se considere la modalidad de prisión domiciliaria en la misma vivienda donde reside su defendido.
Esto, en base a que el acusado se encuentra muy próximo a cumplir 70 años, y si bien la ley prevé dicho beneficio para personas de esa edad, lo cierto es que su defendido tiene arraigo, no cuenta con antecedentes y tampoco conoce los códigos carcelarios. El fiscal en tanto coincidió con la defensa y tuvo una postura favorable.
De esta manera el Tribunal ordenó que el imputado cumpla el tiempo de condena en su domicilio, con permiso para salir a trabajar (cuidado de anciana) y para comprar alimentos.
En ese sentido el juez dijo “no puedo dejar de considerar que la mejor forma de reinserción social para Rojas es que no vaya a establecimiento carcelario a los 68 años, porque no lo ayudaría en nada a su reinserción social”.